Pamplona. El Papa Benedicto XVI, en 1998, cuando todavía era conocido como Joseph Ratzinger y ocupaba el cargo de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, visitó Pamplona con motivo de su investidura como doctor honoris causa en Teología por la Universidad de Navarra. El Pontífice, además, aprovechó la ocasión para presentar su libro autobiográfico Mi vida. Recuerdos (1927-1977) en compañía del por aquel entonces arzobispo de Pamplona y Tudela Fernando Sebastián.
El acto de investidura, en el que también fueron reconocidos otros dos doctores, tuvo lugar el 31 de enero de 1998 a las 11.00 horas en el Aula Magna del Edificio Central de la UN y congregó a cientos de personas entre autoridades, doctores, profesores y los propios homenajeados. Junto al cardenal Ratzinger, fueron investidos por el prelado del Opus Dei y gran canciller de la Universidad de Navarra, Javier Echevarría, el holandés Douwen Breimer, doctor honoris causa en Farmacia; y el norteamericano Julian Simon, doctor honoris causa en Economía.
El cardenal, que estuvo alojado durante cinco días en el colegio mayor Belagua de la capital navarra, realizó un intenso periplo por Pamplona que comenzó el día 30 de enero, fecha de su llegada. Tras ser guiado hasta la zona de invitados del colegio mayor, Ratzinger se reunió con un centenar de estudiantes en una distendida charla. El día de la investidura, al punto de la mañana, ofició una misa en castellano en compañía del director de la delegación del Opus Dei en Navarra, Pedro Álvarez de Toledo, donde dio la comunión a unos 150 universitarios.
En su discurso, el Papa reflexionó sobre la ciencia teológica y sobre la interpretación de la Biblia, un hecho que también ha desarrollado durante su papado al reinterpretar pasajes del Nuevo Testamento. Centró su discurso en el doble factor Escrituras-Magisterio para entender el texto religioso y advirtió sobre las interpretaciones erróneas. "Lo peculiar de la Teología es ocuparse de algo que nosotros no nos hemos imaginado y que puede ser fundamento de nuestra vida, precisamente porque nos precede y nos sostiene, porque es más grande que nuestro propio pensamiento", comentó.
Presentación del libro El cardenal alemán aprovecho su corta estancia en Pamplona para presentar el libro Mi vida. Recuerdos (1927-1977) el día 2 de febrero en la Universidad e Navarra. Estuvo arropado por el entonces arzobispo de Pamplona y Tudela, Fernando Sebastián.
El cardenal, a preguntas de los periodistas, comentó que la Iglesia había perdido la importancia que tuvo en siglos pasados al haberse instaurado "una cultura global en la que otros elementos, como los medios de comunicación, tienen más fuerza para definir la realidad cultural, pero la Iglesia sigue teniendo peso". "No ocupa un puesto central en la cultura europea, pero constatar esta realidad no es ser pesimista, ya que esto le puede permitir volverse sobre sí misma, separarse de elementos culturales y recobrar su pureza para volver con fuerzas renovadas", añadió. Coincidiendo con un atentado terrorista ocurrido pocos días antes en Sevilla se mostró contrario al diálogo con terroristas.