Las bibliotecas son espacios democráticos y de integración, "capaces de fomentar la inclusión en un espacio de diversidad". De igual manera, los centros educativos y las ikastolas pretenden garantizar que el alumnado, de diversos orígenes, identidades y funcionalidades, puedan convivir alejados de estereotipos y actitudes arcaicas. Por esta razón, el Departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera del Gobierno de Navarra ha organizado la octava edición de los premios escolares Diversidad fuente de riqueza / Aniztasuna aberastasun, en el que han participado 1.382 alumnos y se han presentado más de 70 trabajos en torno a la temática de la biblioteca como un espacio que propicia la pluralidad, y de los que se han premiado un total de once. "Con este certamen se demuestra que los libros nos hacen más libres, nos enriquecen y nos convierten en mejores personas. Es muy importante el trabajo que hacéis docentes y estudiantes porque, a una edad muy temprana, ya estáis hablando de diversidad, convivencia, respeto y paz", ha declarado Martín Zabalza, director general de Memoria y Convivencia.

Proyectos que inspiran

Un payaso realiza un espectáculo durante el descanso del concurso. Iban Aguinaga

Los trabajos que han sido presentados, desde los ciclos de Educación Infantil hasta los cursos de Bachillerato y Formación Profesional de los centros navarros, oscilan entre cartas, vídeos, canciones o esculturas en los que se comparte una misma esencia: la importancia de tratar al resto como iguales, a pesar de las diferencias. Esto se ha demostrado a través de libros que proceden de múltiples nacionalidades, bibliotecas humanas –cada alumno se convierte en una persona-libro, con su propia historia y sus particularidades– o mensajes a personajes históricos, como Hipatia de Alejandría, que tuvieron gran relevancia a nivel cultural en su época.

"Sin diversidad, la biblioteca estaría en blanco y negro y nosotros queremos vivir la vida a todo color", han vitoreado los alumnos de 3ºB del CPEIP Alfonso X el Sabio de San Adrián, quienes por medio de su proyecto defendían que hay que generar espacios de reconocimiento para crear una sociedad más justa.

Centros educativos galardonados

Los cursos y centros premiados en esta octava edición han sido: 2º A y B de Educación Infantil del CPEIP Eulza de Barañáin; 1º B de Educación Primaria de Amaiur Ikastola; 3º B del CPEIP Alfonso X el Sabio de San Adrián; 5º y 6º de Primaria del CPEIP de Pitillas; los alumnos de 1º y 2º de ESO del grupo UCE (Unidades de Currículo Especial) del IES Padre Moret Irubide BHI; 4º de ESO de la ikastola Paz de Ziganda de Villava-Atarrabia; los cursos E y F de 4º de la ESO de IESO Berriozar.

Por otro lado, se ha galardonado con el premio a la originalidad al estudiantado de 2º de ESO del IES Ega de San Adrián; con el premio a la calidad del trabajo presentado, al curso de 5º de Primaria CPEIP Santos Justo y Pastor de Fustiñana y, por último, el premio a la accesibilidad del mensaje ha sido para el aula específica de CPEIP San Jorge.

De esta forma, por medio de este concurso queda demostrado que en los centros escolares se puede aprovechar el juego –aquellas herramientas que generan bienestar en el alumnado– con el objetivo de aprender acerca de valores, respeto y, en última instancia, seguir trabajando por el desarrollo de unas aulas que apoyen y celebren la pluralidad.