La apertura de la A-21 y el recrecimiento de Yesa ponen en peligro al camping de Tiermas
la escasa señalización provoca que la ocupación sea un 50% inferior a la de 2012 Si la capacidad del pantano aumenta, el terreno perteneciente a esta zona podría verse reducido a la mitad
yesa. El año pasado por estas mismas fechas, el camping de Villa de Tiermas, situado al pie del pantano de Yesa, se encontraba repleto de turistas. Este año, la situación ha resultado ser la otra cara de la moneda. El camping, que tiene una capacidad de 120 personas, apenas cuenta con una ocupación de la mitad, la mayoría formada por familias habituales. La principal causa de esta situación, según Gregorio Ortiz, arrendatario del lugar, es la reciente apertura de la A-21, que une Navarra con Aragón. Debido las obras, la N-240, carretera nacional que conectaba Yesa con el camping, y que facilitaba su acceso a los turistas, fue cerrada hace tres meses. Ahora, la autovía está abierta, pero ningún responsable ha ofrecido una solución al problema de la N-240, que continúa inaccesible.
"Llamé a la Confederación Hidrográfica del Ebro, y la única alternativa que nos propusieron fue que los turistas diesen la vuelta por Ruesta o cruzasen por Roncal. Esto retrasa mucho la llegada a Tiermas, teniendo en cuenta que la otra carretera es directa", comentó Ortiz. También destacó el problema de la señalización del desvío. Una pequeña pegatina colocada en un poste es el único indicador de la dirección del camping. "Nos está afectando mucho económicamente. No sabemos qué va a pasar. Ya no es cuestión de crisis, precisamente son los campings los que deben sobrevivir en el tema del turismo en estos tiempos", apuntó Ortiz.
Este no es el único problema que afecta a este lugar. El camping está pendiente del recrecimiento del pantano de Yesa. "Si la capacidad del embalse aumenta, el agua llegará hasta los aparcamientos. Si sumamos los metros que deberíamos dejar de seguridad, prácticamente nos quedaríamos sin la mitad del terreno", explicó Ortiz.
Las dos familias encargadas de la zona han buscado soluciones por su cuenta. Hablaron con unos monjes del monasterio de Leyre, cuya residencia se encuentra cercana a un puente que tiene dos entradas de acceso a la zona de Tiermas. "Han abierto una de ellas para las bicicletas y viandantes", añadió Ortiz. En varias ocasiones, han sido los propios dueños del camping o clientes habituales quienes han ido a buscar en coche a turistas que acudían por primera vez a Yesa.
pérdidas Ortiz no pudo aportar cifras exactas, pero, tal y como afirmó, las pérdidas económicas ocasionadas por la apertura de la autovía, son algo más que evidentes, al igual que la bajada de clientes. "Muchos peregrinos del Camino de Santiago se acercaban a pasar una noche aquí. También gente que venía de paso. Ahora, o no saben encontrar el lugar, o cuando les informamos les parece que se encuentra demasiado lejos. Si van en coche, deciden continuar por la autovía", explicó Arrate Checa, encargada de Tiermas, que también señaló que ayer por la mañana esperaban a dos convoys de ciclistas que no habían aparecido.
Por otro lado, este problema ha incidido en las actividades ofertadas por el camping como una escuela de vela, que tuvo que ser cerrada. "Los monitores dicen que no merece la pena recorrer todos los días este camino y que apenas haya alumnos que soliciten los cursos", comentó Ortiz. Asimismo, también ofrecían paseos en barca y lancha, aunque ahora esto solo es posible si el propio turista es propietario del vehículo.
habituales La situación en Tiermas sorprendió a muchos turistas que ya son habituales en este lugar. Es el caso de Beatriz Martínez, abonada al camping durante todo el verano, que acudió un viernes y el miércoles no pudo volver a Pamplona por la carretera que tomaba normalmente. "Nadie avisó, tampoco hubo ninguna señalización que nos indicase por dónde ir", apuntó.
Además, el problema de la carretera no afecta solo a la cuestión de la afluencia de turistas, también incide en la vida cotidiana de los habituales de Tiermas. Tal y como señaló Belén Gutiérrez, abonada a Tiermas, el corte de la carretera supone una dificultad, por ejemplo, para ir al médico hasta Sangüesa.
Para paliar esta situación, los dueños están proponiendo actividades que reactiven las visitas a la zona. "Traeremos a una cantante de copla y organizaremos una cena, por lo menos entre los que estamos. También hemos pensado en organizar una cata de vinos para los adultos y un taller para enseñar a los niños como se fabrica el queso", explicó Checa, que concluyó que, a pesar de estas iniciativas, la solución se encuentra en abrir la carretera, o al menos, señalizarla bien.