pamplona - El joven pamplonés condenado a tres años y medio de cárcel por el lanzamiento de una botella de cristal que hirió de gravedad a un vecino de Madrid durante el chupinazo de los Sanfermines del año 2010, K.S.G., ingresó ayer en la cárcel de Pamplona para el cumplimiento de la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Navarra que fue ratificada posteriormente por el Tribunal Supremo.

El joven, el único de los once imputados inicialmente que ha sido encarcelado al considerársele el autor material del botellazo que hirió de gravedad al madrileño José Carlos Arranz, tenía fecha de ingreso en prisión ayer y acudió voluntariamente hasta el Palacio de Justicia, en cuyos calabozos quedó custodiado hasta ser traslado al centro penitenciario de Santa Lucía. Al respecto, su abogada, Arantza Izurdiaga declaró que trabajará para acelerar la consecución de permisos y del tercer grado penitenciario para el joven, para quien además ha pedido el indulto.

Mientras tanto, a las puertas de los juzgados un numeroso grupo de personas se concentraron en solidaridad con K.S.G. y protestaron por las circunstancias en las que se produjeron los incidentes, que atribuyeron a la “brutalidad” de la Policía Municipal al intentar que los jóvenes exhibieran una ikurriña en la plaza Consistorial durante el chupinazo. Al respecto, sostuvieron una pancarta con el lema Ikurrinagatik espetxera? es dago eskubiderik, simboloen legeari ez, en contra de la Ley de Símbolos y en demanda del derecho a exhibir la ikurriña.

Dos de los jóvenes leyeron, en euskera y castellano, un comunicado en el que lamentaron la política de UPN, hasta ahora en el gobierno de Pamplona, y consideraron que tras las últimas elecciones cuyos resultados posibilitan un pacto entre formaciones que podría dar la alcaldía a EH Bildu, “es hora de normalizar la vía política de Navarra de resolver los problemas en vez de crearlos”. - D.N./Efe