El Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona fue ayer escenario de grandes, innovadoras y creativas ideas de jóvenes mentes, con motivo de la celebración de la octava edición de la competición, First Lego League. Así, fueron 200 estudiantes navarros,de entre 10 y 16 años de edad, junto con otros 20 de Álava y Zaragoza, quienes pusieron sus conocimientos científicos y tecnológicos a prueba para dar solución a problemas relacionados con la gestión y clasificación de residuos así como la reutilización inteligente.

El acto, organizado por el Planetario de Pamplona y el Baluarte, puso punto final al trabajo desarrollado durante 5 meses por centros educativos y grupos de estudiantes. Los 23 equipos que participaron en la competición presentaron ayer, cargados de energía y optimismo, sus proyectos sobre el reciclaje ante un jurado, y sometían a sus originales robots, construidos mediante piezas de lego, a una prueba donde tenían que superar una serie de obstáculos relacionados con el tema central.

“Se trata de fomentar la cultura científica y tecnológica, y la robótica educativa entre los estudiantes. Además, se trata de reforzar los valores que acompañan al trabajo en equipo como compartir o la igualdad, y la competencia sana, sin olvidar la cooperación”, según aseguró Estela Salvatierra, responsable de los jueces de la First Lego League. “Tienen que conseguir dar soluciones que no existen a una de las grandes temáticas del mundo real, como lo es actualmente la de los residuos”, según afirmó Diana González, una de las responsables de la organización del evento.

De esta manera, los equipos de estudiantes, todos ellos con sus respectivas camisetas corporativas, mostraban en atractivos stands las ideas de sus proyectos. Por ejemplo, el conjunto del colegio Irabia, Irabiator, basó su trabajo en el reciclaje del aluminio y creó un soplete utilizando este concepto. “Con aluminio, sosa cáustica, agua y fuego hemos conseguido crear un mini lanzallamas”, explicó Yoel Agirretxe, junto con sus 8 compañeros. Asimismo, el equipo animó a los demás estudiantes del colegio a realizar figuras con el aluminio que utilizan para los almuerzos de los recreos.

Asimismo, Irati Irigoyen, vecina de Urdiain de 12 años de edad y miembro del conjunto Elektrodinamiscs , aseguró que la clave en la cuestión de la gestión de residuos está “simplemente, en no crear basura”. Según explicó la joven estudiante, “hemos creado un código QR y una página web donde las empresas propongan recambios a cada producto porque cuando se rompen lo que hacemos es echarlos a la basura, y así lo que hacemos es reutilizarlo”.

Por otro lado, el equipo del colegio Luis Amigó, Curiosity, centró su original idea en la película de Los Cazafantasmas. “Se trata de una mochila que recoge los residuos que encuentras en la calle, que pueden ser desde papel, plástico y orgánico, y los clasifica en su interior”, según comentaron Ander Otero y Asier Bronte, miembros del conjunto.

En cuanto a la prueba de los robots, era lo que “más nerviosos nos pone porque puede fallar en el último momento como nos ha pasado a nosotros. Pero no decae el ánimo, lo defenderemos”, manifestó Iñaki Moreno, del equipo Irabiator, mientras practicaba con el invento. “El robot tiene un brazo y ruedas, y tiene todo programado. Nosotros le damos a una tecla y él mismo hace las pruebas”, aseguró el joven con gran satisfacción por el resultado obtenido en el entrenamiento, a pesar de los problemas de último momento.

ganadores Así, los dos equipos clasificados para la final nacional en Girona, agendada para el 12 y 13 de marzo, fueron Mechatronic Ants de Fundación MTorres de Torres de Elorz y FSIngenium Team de FSEstructuras de Pamplona.

Mechatronic Ants presentó un proyecto científico consistente en un nuevo material para la fabricación de ladrillos en 3D con plástico reutilizado. Por otro lado, FSIngenium Team se centró en la huella del residuo, una etiqueta para envases que indica su impacto medioambiental.

El pasado año, Navarra dejó alto listón en el First Lego League 2015 cuando el equipo navarro Mehcatronic, formado por hijos e hijas de trabajadores de la empresa MTorres, ganó en Estados Unidos la competición a nivel mundial.