DONOSTIA - El lunes 12 de septiembre se pondrá en servicio la nueva estación de Metro de Donostialdea, ubicada en el barrio de Altza. Esta nueva opción de transporte público dará un servicio cada 15 minutos y se dirigirá hacia la estación de Herrera, para llegar al centro de Donostia en 10 minutos, y viceversa. Así lo explicó ayer el alcalde de Donostia, Eneko Goia, durante una visita a las instalaciones casi terminadas. También acudieron al encuentro el director general de la empresa que está ejecutando la construcción de 46,3 millones de euros, Eusko Trenbide Sarea (ETS), José Luis Sabas; y el director de dicha obra, Álvaro Moral.

La estación tiene dos bocas, la primera está al lado del ambulatorio en el paseo de Larratxo, y el segundo acceso se sitúa en Santa Bárbara. En cada uno de los lados de esta parada existen andenes comunicados por dos escaleras que llegan hasta los dos vestíbulos de la nueva terminal. “Da servicio en un radio de acción de diez minutos a más de 14.000 donostiarras que residen en Altza”, apuntó Goia. De hecho, unas 5.500 personas podrán llegar a la estación desde sus domicilios en menos de cinco minutos, y otras 8.800 lo harán en menos de diez.

Este tramo entre Altza y Herrera, que da continuidad a la variante Loiola-Intxaxurrondo-Herrrera, tiene una longitud de 1.040 metros que discurren bajo tierra. La variante ferroviaria se inicia con una prolongación de la recta actual desde la estación de Herrera, más tarde transcurre bajo la antigua N-1 y las vías de Adif, para terminar bajo el paseo Félix Iranzo donde se sitúa la nueva estación.

Según el alcalde, es “una pieza más que afianza el Metro de Donostialdea como un transporte público social, limpio y sostenible, libre de emisiones, que lo redunda en un beneficio para los donostiarras y para la propia ciudad”. Además, “acerca” a los barrios que quedan “más alejados” mejorando la movilidad de “miles de personas que podrán llegar en topo al centro”. A futuro, la idea es darle continuidad por Pasai Antxo-Galtzaraborda para que el servicio mejore, detalló. Esto supondría “un cambio radical de la situación y movilidad del área metropolitana de Donostialdea”, recalcó Goia.

Por su parte, el director general de ETS, José Luis Sabas, agradeció la presencia de Goia en las obras, pues les anima a “seguir trabajando”. “Soy defensor a ultranza de que esto tenía que tener un corazón, y está en Donostia. La futura pasante es un elemento fundamental que va a conformar todo un complejo de transporte público masivo desde Zarautz hasta Irun”, apostilló Sabas.

un millón de usuarios Goia puso de relieve las similitudes que existen entre la nueva edificación y la estación de Intxaurrondo, inaugurada en 2012, de la que subrayó sus “excelentes” datos, que están en “continua progresión”. Durante el año 2015, la terminal casi rozó el millón de usuarios, con 970.995 viajeros. “Este año vamos ya más de 613.000 personas y si esto sigue así se alcanzará el millón de usuarios”, afirmó. Una marca que “da cuenta del éxito de la infraestructura”, añadió.

Asimismo, desmintió la polémica en torno a la reducción de la línea 13 de Dbus que llega hasta el barrio de Altza una vez que se ponga en marcha el topo y aclaró que por el momento se va a mantener como hasta ahora. Así, explicó que la modificación de la línea es una valoración que se hará una vez que se examine el funcionamiento del topo de Altza, tal y como se hizo en el caso de Intxaurrondo con su estación.

“Si varía será para mejorar en conjunto la oferta de transporte público que tiene el barrio”, defendió y añadió que si esta estación posibilita mejorar los recorridos y llegar a zonas que en este momento están más desatendidas en Altza mediante el autobús, las modificaciones se harán en ese sentido. “La apuesta que hace la ciudad es para aumentar el ratio de utilización del transporte público en todas sus modalidades, y entre esta estación y los autobuses pretendemos quitar la utilización del vehículo privado, que es el reto que tiene la ciudad”, sentenció.