donostia - La obra de construcción del hotel de San Bartolomé en Donostia-San Sebastián, cuya apertura está prevista para este mismo año, ha destruido parte de la iglesia del antiguo convento del cerro, uno de los elementos incluidos en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbano Construido (Peppuc). Por este motivo, el departamento municipal de Urbanismo ordenó ayer la paralización de los trabajos, que no han respetando la licencia otorgada en su momento, según el Consistorio.

La fachada Norte del convento de San Bartolomé, así como la iglesia, con planta de cruz latina, son elementos protegidos tanto por el Peppuc como por el Plan Especial que autoriza la transformación del conjunto en un hotel, por lo que no se pueden destruir. La propuesta presentada públicamente por el Ayuntamiento y la firma Catalonia señalaba que la antigua iglesia pasaría a formar parte del hall de acceso al nuevo establecimiento hotelero de cuatro estrellas que se construye en el lugar.

La existencia de edificaciones históricas consideradas como monumentos fue uno de los argumentos que llevaron al Tribunal Supremo a anular en 2004 los planes para el derribo del muro de San Bartolomé, como solicitó un grupo de ciudadanos. El rechazo a aquellos planes dio origen a un segundo proyecto de reforma urbana, que se ejecuta ahora y que incluye la protección de la fachada principal del convento, así como de la iglesia y su perímetro y de la casa de baños (cuya fachada será trasladada a la plaza de Arroka).

La destrucción de una de las naves laterales de la iglesia de San Bartolomé fue detectada por miembros del colectivo Áncora el pasado lunes. Tras alertar al Ayuntamiento sobre la situación, el concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, ordenó en la mañana de ayer la paralización inmediata de estas obras así como la reposición de lo destruido.

El corporativo explicó a este diario que el Ayuntamiento “no comprende cómo ha podido producirse esta demolición”. Asimismo, añadió que el Consistorio descarta en principio que haya sido un error de los operarios y se decanta más bien por creer que ha sido un problema de la constructora. “Nos resulta muy extraño que haya sucedido porque el proyecto está muy claro”, dijo el corporativo, que señaló que la empresa Catalonia ha manifestado en reuniones sus intenciones de incluir la iglesia, con su bóveda, dentro del acceso al futuro hotel.

De hecho, Ramos recalcó que tanto la fachada norte, uno de los elementos protegidos (que está sujeta para mantenerla en pie), como la iglesia se han estado preservando hasta el momento, precisamente por ser elementos de obligada conservación. En caso de que no lo fueran, señaló, habrían sido ya eliminados.

El responsable de Urbanismo insistió que en la demolición no estaba contemplada en la documentación. “Se trata de una actuación clandestina y contraria a la normativa vigente”, recalcó. Asimismo, añadió que se abrirá un expediente sancionador y que la cuantía de la multa puede alcanzar los 50.000 euros.

licencia La Guardia Municipal entregó en la mañana de ayer a los responsables de la obra la orden de suspensión cautelar de los trabajos. El documento establece también que, en el plazo de un mes, la empresa “deberá solicitar la oportuna licencia o, en su caso, previa presentación de la documentación correspondiente, ajustar la actuación a la licencia concedida”. Si no se presenta esta documentación, o se deniega lo solicitado, se ordenará “la reposición de los bienes afectados al estado anterior a las obras, a costa de la persona responsable”.

La orden también advierte a los responsables de la obra de que el incumplimiento de las indicaciones municipales llevará a multas y, en caso de persistencia, a una denuncia al ministerio fiscal por si los hechos fueran constitutivos de delito de desobediencia.

Los grupos municipales de EH Bildu e Irabazi presentaron ayer sendas peticiones de comparecencia al concejal de Urbanismo con el fin de que ofrezca explicaciones sobre lo sucedido.