donostia - En torno a las 0.55 horas de la madrugada del martes, en los servicios de emergencia de Donostia se recibió una llamada avisando del derrumbe parcial del muro que se encuentra en la parte trasera de los edificios situados en la calle Zarautz número 31 y 33, en el barrio del Antiguo.
La tierra y las piedras caídas afectaron a “dos bajos y un primer piso” y obligaron al realojo de siete personas, pertenecientes a tres familias, “en establecimientos hosteleros cercanos”.
Además también resultó dañada la instalación de gas que da servicio a los inmuebles situados entre los números 27 y 33 de la citada vía.
Tanto los bomberos como técnicos del Servicio Municipal de Urgencias Sociales (SMUS) y de Euskal Trenbide Sarea (ETS) acudieron al lugar de los hechos para realizar una valoración de los daños y adoptar las medidas de emergencia oportunas, como la del realojo de las familias de las viviendas más afectadas,.
Ante la denuncia pública realizada por el grupo municipal de EH Bildu y la plataforma Satarrolaia, esta a través de las redes sociales, que señalaban a las obras del Topo en la zona como las causantes del derrumbe, desde ETS se afirmó “de forma tajante y con una seguridad del 100%” que el derrumbe “nada tiene que ver con las obras”.
Desde ETS se apuntó que “ni tan siquiera se está trabajando bajo esos edificios”. “Es falso que los técnicos de ETS no hayan acudido al lugar del derrumbe y falso también que las obras del Topo tengan relación con el mismo”, subrayaron desde Euskal Trenbide Sarea, desde donde no se quisieron formular hipótesis alguna sobre las causas del desprendimiento.
sin fisuras Los técnicos de ETS indicaron que “no hay ninguna fisura ni señal indicativa en las casas, ni tampoco ninguna alteración en el interior de la obra” que pueda haber provocado el corrimiento de tierra, que no tiene su origen “en un asentamiento o hundimiento”.
Algunas fuentes atribuyeron dicho corrimiento al agua que ha caído profusamente en la ciudad las últimas semanas.
Por su parte, EH Bildu, por boca de la edil Garbiñe Alkiza, aseguró que la zona afectada ha sido “muy castigada por las obras de la pasante del metro” y puso el acento en el hecho de que “los vecinos y vecinas habían denunciado ya que desde que empezaron las obras bajaba más agua por la ladera y también que han tenido grietas, vibraciones y ruidos por la noche”.
En consecuencia, EH Bildu tiene previsto registrar una petición de comparecencia urgente del alcalde de Donostia, Eneko Goia, de cara al pleno que se celebrará mañana en el consistorio donostiarra.
Pero las fuentes de ETS consultadas por este periódico se mostraron “tranquilas” porque todas las pruebas realizadas evidencian que las obras del Topo no son el origen del derrumbe. “Hace tiempo que no estamos trabajando en esa zona, pero pese a todo hemos realizado las comprobaciones necesarias”, añadieron.
“En la obra se trabaja 24 horas y ha habido una coordinación con los servicios de emergencias para acudir al lugar del derrumbe” , aseguraron las fuentes de ETS, desde donde se insistió en “que se puede demostrar” que no hay relación entre el muro caído y las obras.
Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Donostia, Martin Ibabe, señaló que los trabajos de retirada del material que se depositó en la parte trasera de los edificios ya ha comenzado, paso previo a proceder también a “asegurar” la parte de la ladera afectada y facilitar la vuelta a su hogar en breve de las tres familias.
En el operativo que se puso en marcha ayer, añadió, participaron “recursos de la Guardia Municipal, Bomberos y del Servicio de Mantenimiento y Servicios Urbanos, así como agentes de Movilidad”.