l comienzo de la vacunación de las personas mayores de 90 años comenzó ayer en las ocho zonas de salud con las que cuenta Tierra Estella. Una zona que comprende las localidades de San Adrián, Lodosa, Allo, Ancín, Viana, Los Arcos, Villatuerta, además de la que se corresponde con Estella-Lizarra y las localidades adscritas a ella.

Una total de 834 personas mayores de 90 años de la Merindad de las que 528 acudieron a los ocho puntos determinados, como el de la ciudad del Ega que se ubicó en los bajos de la escuela de música Julián Romano. Un punto que, a primera hora de la mañana, ya contaba con el tránsito de decenas de pacientes y acompañantes.

Allí acudió Julio Carmona, de 91 años, quien definió la vacuna como un pinchazo fácil tras el que "ya me encuentro más tranquilo", confesó. Tras él se encontraban recién vacunados y esperando los diez minutos para observar posibles efectos secundarios, el matrimonio formado por Nati Gastón, de 90 años, y su marido Pablo de 93, padres del rejoneador estellés Pablo Hermoso de Mendoza y abuelos de Guillermo, otra de las figuras descollantes del rejoneo. Ambos se mostraron tranquilos, especialmente Nati, que aseguró que se había puesto muy contenta de que le hubiera tocado una enfermera que ya conoce. "Ahora lo que quiero es poder salir de casa y subir a ver a otros abuelos de la residencia de Santo Domingo".

Otro de los vacunados ayer en Estella fue Domingo Llauró, al que este año el Ayuntamiento de Estella declaró como hijo adoptivo de la Vieja Lizarra. "Yo creo que hay que vacunarse pero bueno, ya somos mayorcitos y allá cada cual con lo que hace", comentó Llauró. Entre los que recibieron la dosis se encontraba también Miguel Martínez Mosácula, quien precisó su edad: "Tengo 96 años y medio". Con 93, y de Riezu, acudió a vacunarse Epifanio Buldain. "No he sentido nada; igual es porque llevo muchos años vacunándome de la gripe".

En los bajos del ayuntamiento de Ancín acogieron a las 65 personas citadas de la zona del total de 74 que comprende Améscoa, Valdega, Allín y Mendaza. En la sala el equipo formado por Consuelo Delgado, Gurutze Badiola, Jesús Iriarte, Coloma e Iranzu López tenían todo preparado. Iranzu, la más joven del grupo, explicaba a sus compañeras el protocolo a la hora de preparar cada una de la vacunas: "Hay que menear el compuesto sin agitarlo antes de introducir el suero fisiológico".

La primera de las pacientes en vacunarse en Ancín fue María Ortigosa, de Asarta. Tras ella llegó el turno del matrimonio amescoano de Gollano, Beatriz Aznárez de 92 años y Aquilino Díaz, uno de los más veteranos de la lista y que cuenta ya con 98 años. "Yo pensaba que esto de la vacuna era mas difícil", comentó tras el pinchazo que les suministraron en el coche que los había trasladado y con el que habían recorrido 30 kilómetros para acudir a su cita con la inmunización.

Los responsables del Área de salud de Tierra Estella aseguraron que ayer finalizaron la vacunación en puntos con menos población pero que habría otros que no se conseguirían completar. "Hoy acabaremos en algunos centros con menos pacientes como Ancín o Villatuerta, pero no en otros como Estella o San Adrián", aseguró Yolanda Montenegro, la gerente del Área de Salud de Tierra Estella.

"Hoy acabaremos en centros pequeños, como Ancín y Villatuerta, pero no en otros como Estella y San Adrián", dicen desde Salud de Estella

"Yo creo que es necesario vacunarse para no enfermar, pero ya somos mayorcitos y allá cada cual con lo que hace", afrima un vacunado