El 90% de los más de 1.000 ictus que se producen al año en Navarra se pueden prevenir con un control adecuado de los factores de riesgo. La consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Induráin, el director de Adacen, Andrés Ilundáin y la neuróloga de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario de Navarra (HUN), María Herrera, han coincidido en destacar la importancia de la prevención y la detección precoz del ictus en la presentación de la campaña #CuidaLoQueMásTeImporta de Adacen.
Como ha explicado la neuróloga María Herrera, “el ictus es un problema de salud causado por una alteración repentina del riego sanguíneo al cerebro bien por obstrucción de una arteria, por un trombo -ictus isquémico- o por la ruptura de un vaso sanguíneo -ictus hemorrágico-, lo que origina un daño cerebral a menudo de forma permanente”.
En Navarra, es la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda en hombres así como la principal causa de discapacidad. El Hospital Universitario de Navarra ha contabilizado desde enero hasta octubre de 2021 un total de 758 pacientes ingresados en la Unidad de Ictus y lo habitual es que se produzcan más de 1.000 casos al año en una cifra que se mantiene estable aunque con una preocupante tendencia al alza, especialmente entre la población joven.
“El ictus es una enfermedad muy frecuente, pero es prevenible”, ha señalado María Herrera. “De hecho, se estima que el 90% de los ictus se pueden prevenir con un control adecuado de los factores de riesgo”, ha destacado.
Entre las claves para prevenir esta enfermedad, Adacen señala ocho aspectos: gestionar correctamente los niveles de estrés y sobrecarga laboral, llevar una dieta sana y equilibrada, mantener unos hábitos de sueño y descanso saludables, practicar ejercicio regular, evitar el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, reducir el sobrepeso, realizar controles periódicos de tensión, colesterol y diabetes y, en caso de tener medicación, tomarla de forma correcta.
Seguir estas recomendaciones es fundamental para evitar sufrir un ictus. Se calcula que el 80% de las causas desencadenantes de un accidente cerebro-vascular son evitables. Entre ellas, se encuentran la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto y la obesidad. Tan solo el 20% de los factores corresponden a condiciones biológicas no modificables como la edad, el género, la herencia o los antecedentes personales.
Además, los tres expertos insistieron en la importancia de conocer sus síntomas para una detección precoz. Los más habituales son la pérdida de fuerza, sensibilidad o coordinación en la mitad del cuerpo, la ausencia de sensibilidad en la cara, dificultades para hablar y entender, pérdida total o parcial de la visión y un dolor de cabeza intenso y de inicio brusco. En caso de detectar alguno de estos síntomas, se debe llamar inmediatamente al 112.
La consejera de Salud, Santos Induráin, ha insistido también en la importancia de avanzar en el ámbito de la prevención. “Los profesionales de Atención Primaria juegan un papel fundamental. Tienen una función de control de los factores de riesgo y de trabajo del autocontrol y de estilos de vida saludables. También es clave la coordinación con el nivel hospitalario y la valoración del entorno comunitario y sociosanitario de las personas afectadas”.
Por último, el director de Adacen, Andrés Ilundáin Esquíroz, ha asegurado que la discapacidad generada por un ictus puede mejorar con el tratamiento neurorrehabilitador. “Es importante, que las personas que han sufrido un ictus puedan retomar una vida personal, laboral y social de calidad”, concluyó.