Iñaki Urdangarín se desplazó este sábado hasta el pabellón Anaitasuna de Pamplona para presenciar in situ la victoria de su hijo Pablo, de 21 años, con el Barça y cómo, por primera vez, se proclamaba campeón de la Liga Sacyr Asobal con la misma camiseta que él mismo vistió años atrás cuando era jugador de balonmano.

El exduque de Palma se sentó en una de las esquinas de la cancha pamplonesa e inmediatamente acaparó la atención de los asistentes, en especial de muchos niños, que no dudaron en fotografiarse con el exjugador, campeón de seis Copas de Europa y diez Ligas con el equipo azulgrana, además de bronce olímpico en dos ocasiones con la selección española.

La presencia de Iñaki Urdangarín en Anaitasuna, además, no pasó inadvertida para la prensa del corazón, que tanto fuera como dentro del pabellón trataba de captar imágenes suyas durante el encuentro.

En declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS, el exjugador de balonmano reconoció sentirse "ilusionado" por ver a su hijo jugar en Pamplona. "No tiene un extraordinario talento, pero trabaja duro y va adquiriendo confianza conforme va sumando minutos de competición", explicó sobre las cualidades de su vástago, a quien le da "todos los consejos que me pide".

Pablo Urdangarín se mostró muy educado con todos los niños que se quisieron fotografiar con él. Tras celebrar el título con sus compañeros en el vestuario, se fue hacia la grada para abrazar a su padre y conversar con él durante unos minutos.