El Hospital Universitario de Navarra ha renovado su acreditación como Centro Comprometido con la Excelencia en Cuidados (CCEC, en inglés, BPSO®), que se otorga a nivel internacional, gracias a la implantación de guías de buenas prácticas en áreas como el manejo del dolor y del ictus o los cuidados centrados en la persona y la familia.

La consejera de Salud, Santos Induráin, ha abierto esta mañana el acto de reconocimiento a las unidades y profesionales del Hospital Universitario de Navarra (HUN) que han hecho posible el establecimiento de estas guías mediante la aplicación, evaluación y mantenimiento de un conjunto de recomendaciones de cuidados de salud cuya eficacia ha sido demostrada a través de la investigación.

El HUN fue acreditado como CCEC por primera vez en 2018 con la implantación de tres de estas guías, a las que, para esta reacreditación, ha añadido dos nuevas. Así, en la actualidad, el centro aplica guías de buenas prácticas en cinco ámbitos: el manejo del ictus, la prevención de lesiones por presión, los accesos vasculares, los cuidados centrados en la persona y la familia, y el manejo del dolor.

Santos Induráin ha valorado el trabajo de las y los profesionales implicados, mayoritariamente pertenecientes a Enfermería, aunque con la participación también de fisioterapeutas, técnicos y técnicas en cuidados auxiliares de enfermería, dietistas, logopedas, profesionales de medicina, terapeutas ocupacionales, celadores y trabajadores y trabajadoras sociales. En total, más de 180 personas del centro, lo que demuestra la amplia implicación de estos y estas en el proyecto, además de la visión compartida de los cuidados del paciente desde una perspectiva integral, aspecto que también ha destacado la consejera.

Cuidar con evidencia

En palabras de Ana Mateo, jefa de área responsable del proyecto, “las guías de buenas prácticas sirven para ‘cuidar con evidencia’, es decir, procurar los mejores cuidados disponibles, que son aquellos respaldados por la evidencia científica”.

Tienen además la ventaja de disminuir la variabilidad de la práctica clínica, mejorar los resultados en salud de forma global y favorecer la continuidad de los cuidados. Asimismo, según indica Nerea Elizondo, subdirectora de Cuidados Ambulatorios y Apoyo al Diagnóstico en el HUN, “la implantación de las guías contribuye a la sostenibilidad del sistema sanitario, ya que, al estandarizarse las actuaciones, permite ser más competitivo en las adquisiciones de material y generar ahorros”. Asimismo, pueden contribuir al reducir las estancias de los y las pacientes.

Nerea Elizondo subraya también “el cambio en la cultura de la organización” que generan las guías de práctica clínica al hacer que los profesionales adquieran con su uso el hábito de “generar y consumir evidencia”.

Un programa internacional iniciado en 2003

El programa BPSO® (Best Practices Spotlight Organizations) se puso en marcha en Canadá, en 2003, de la mano de la Asociación Profesional de Enfermeras de Ontario (RNAO). Posteriormente, se extendió por centros de todo el mundo, llegando a España en 2012 donde se coordina a través de la Unidad de Investigación en Cuidados y Servicios de Salud (Investén-isciii) y el Centro español para los cuidados de salud basados en la evidencia (CECBE).

El programa aglutina en España a treinta hospitales y una veintena de áreas de salud, además de varios centros de salud y otros organismos sanitarios, todos ellos agrupados en cuatro cohortes, según la fecha de acreditación. El Hospital Universitario de Navarra forma parte de la segunda cohorte desde 2018, después de haber solicitado su ingreso en 2015 y tras superar durante tres años el proceso de candidatura con la implantación, evaluación y mantenimiento de sus primeras tres guías de buenas prácticas, a las que ha añadido otras dos en esta renovación.