El vicepresidente primero del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, respondió ayer a Navarra Suma, formación que ha pedido su dimisión por la gestión en los incendios de los últimos días en la Comunidad, que no va a dimitir. En declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press, Remírez señaló que “Navarra tenía activado el nivel de emergencia por incendios desde el 15 de junio, tanto en su nivel 1 o 2, en función de los medios que se utilizaron, o bien propios o propios con los del Estado”. “Navarra ya estaba en alerta y en tensión todos los recursos”, dijo, para afirmar que “ello permitió que en la gestión de los recursos desde el sábado hubiera mayor eficiencia y rapidez”. El consejero incidió así que “Navarra estaba ya alertada y activo el nivel de emergencia”.

En realidad, el nivel 1 del plan Infona (Plan de Respuesta de Incendios Forestales) que tenía activado Remírez y que quiere decir que los incendios se pueden controlar con medios propios, se encontraba en dicho nivel debido al incendio de la sierra de Leyre, que empezó el miércoles 15 de junio pasado, por cierto el mismo día que Navarra aprobaba la normativa para el uso del fuego en la que no se contempla aún la modificación prevista para prohibir cosechar en determinadas circunstancias. El sábado también había una alerta roja por temperaturas altas en la Ribera, alerta naranja por el mismo motivo en toda la Comunidad, además de fuertes rachas de viento y riesgo extremo de incendio forestal. El nivel 1 de Infona se refiere a aquellos incendios que pudiendo ser controlados con los medios de extinción ordinarios previstos en el Plan, “por su posible evolución, o porque puedan afectar a zonas sensibles de la masa forestal, se prevé la necesidad de la puesta en práctica de medidas de protección de las personas y de los bienes que puedan verse amenazados por el fuego. En incendios catalogados como Nivel 1, se podrá requerir el concurso de medios no adscritos al Plan”.

El sábado a primera hora de la tarde, Navarra activó el Platena 2, plan ideado para Protección Civil para afrontar catástrofes, y lo activó ya desde el nivel 2 para poder pedir medios a otras comunidades, al Estado y la intervención de la Unidad Militar de Emergencias. Se saltó todos los pasos previos que contempla el plan, nivel 0 de Preemergencia y nivel 1 de Emergencia, situaciones en las que se podía haber prohibido cosechar.

Remírez quiso ayer aclarar que no todos los incendios los causaron actividades agrícolas. Las causas son “multifactoriales”, “no hablamos solo de trabajos agrícolas, sino del factor humano o también como el miércoles la chispa de un tren o una causa natural como un rayo (que provocó el incendio de Leyre del día 15)”. “No es bueno centrar en una cuestión”, indicó el consejero, para añadir que Policía Foral y Guardia Civil están investigando y “somos los primeros interesados en saber las causas para poner aún más herramientas de prevención para evitar situaciones como ésta”.

Según añadió, “siempre se ha trabajado en las recomendaciones, no solo Navarra, sino también las CCAA limítrofes como La Rioja y Aragón estos días también han hecho recomendaciones; otra cosa es que lógicamente de cara a futuro tengamos que ser más incisivos en esta cuestión”. Remírez ha acusado al portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, de “utilizar políticamente esta tragedia humana” ya que “Navarra estaba en situación emergencia activa desde el día 15”.

Señaló que el Gobierno foral está trabajando, a través de Medio Ambiente, desde hace unos meses en una Orden Foral específicamente para que “cuando haya alerta por altas temperaturas se pueda suspender la actividad agrícola”. El consejero dijo que el Ejecutivo “no puede tomar decisiones unilaterales, tienen que ser proporcionales a la hora de limitar cualquier actividad; lo hemos aprendido bien en la pandemia; tiene que ser una cuestión equilibrada y proporcional”. “Hasta ahora en materia agrícola se han hecho recomendaciones no solo por parte de este Gobierno, sino de los anteriores, incluido por parte del señor Esparza cuando era consejero de Medio Ambiente”.

Remírez calificó de “muy buena” la gestión de la emergencia porque “hemos evitado daños personales” y “los daños en núcleos de población han sido muy menores”. “Sé que esto no alivia a muchos ciudadanos navarros que se han visto con la ansiedad de asistir a este episodio, pero hay que poner en valor que ante un episodio de estas características la prioridad del Gobierno ha sido salvar a las personas y salvar los núcleos de población”.

Esparza: “Incompetencia absoluta”

El portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, pidió ayer a la presidenta Chivite que cese a su vicepresidente Remírez por su “incompetencia absoluta” en la gestión de los incendios.Una petición que la coalición realizó este miércoles y que fue contestada por la presidenta “con descalificaciones y con una gracieta”, ha censurado Esparza, en declaraciones a los medios de comunicación antes del pleno del Parlamento. “Después de que se quemen 10.000 hectáreas, Navarra no está para gracietas de la presidenta del Gobierno”, reprochó. Esparza aseguró que tanto los sindicatos agrarios, como los alcaldes, vecinos, Policía Foral, Guarderío y voluntarios “se quejan de lo mismo”, que es la “incompetencia absoluta por parte del vicepresidente por no haber decretado el nivel de preemergencia con las alertas que existían”. “Y eso nos ha costado que en Navarra se quemen 10.000 hectáreas, el mayor incendio de la historia” de la Comunidad Foral.

Superficie quemada por el incendio de Legarda. COPERNICUS

“La Preemergencia facilita una protección más rápida y eficaz”

A pesar de las palabras de Remírez, que cuando habla de emergencia activa hace referencia en todo momento al plan Infona (de Incendios Forestales), pero no al Platena (Plan territorial de Protección Civil de Navara), que fue el que se activó en plena catástrofe sobrevenida. El Platena es un documento aprobado en el año 2018, que fue activado directamente el sábado por la tarde cuando Navarra estaba ya siendo pasto de las llamas por varios flancos. No se había activado con anterioridad el nivel 0 de Preemergencia, ni el nivel 1 de Emergencia que contempla dicha respuesta. 

El propio plan contempla que “esa fase de Preemergencia se corresponde con la presencia de una serie de factores o parámetros que, en función de su evolución desfavorable, podrían dar lugar a una situación de emergencia”. Conviene recordar que Navarra amaneció el sábado con una alerta roja meteorológica por altas temperaturas debido a que se iban a superar los 42°C en la Ribera. Además, en las jornadas previas se había trabajado en sofocar un incendio de envergadura en la sierra de Leyre y el riesgo de incendios para esa jornada en la Comunidad Foral era máximo. Con dichos antecedentes y previsiones, la Preemergencia no estaba activada y Navarra pasó directamente al nivel 2 de Emergencia. Y en dicho tránsito disruptivo de los niveles de Emergencia es donde resulta difícil de explicar la decisión de Navarra de no activar dicha Preemergencia, porque además contempla precisamente anticiparse a la Emergencia. El Platena dice que en ese nivel 0 “existen muchos tipos de riesgos (inundaciones, nevadas, incendios, etc.) en los que la existencia de una fase de preemergencia puede facilitar que las medidas de protección a tomar en las fases de emergencia puedan realizarse de forma rápida y eficaz”. Además de ello, el plan expone que “mo todos los riesgos que dan lugar a situaciones de emergencia son igualmente previsibles e incluso existen riesgos en que, por su inmediatez, el grado de previsión y el margen de maniobra que conceden para tomar cualquier tipo de medida preventiva es prácticamente inexistente (terremotos, explosiones, etc.), por lo que, en este tipo de riesgos, la Preemergencia debe de identificarse con el periodo inicial de incertidumbre en el que se confirma la magnitud de un incidente instantáneo o de desarrollo muy rápido”.

Un dispositivo nunca visto

Los incendios registrados en los últimos días en Navarra, que han afectado a unas 10.000 hectáreas de terreno y han provocado el desalojo de más de una decena de localidades, han supuesto la organización del mayor dispositivo de extinción de la historia de la Comunidad foral, formado por más de mil personas.

El fuego ha afectado a extensas zonas de Navarra y a localidades como Lerga, Eslava, Gallipienzo, Legarda, Puenta la Reina, Obanos, San Martín de Unx, Ujué, Los Arcos o Artazu, entre muchas otras. Se han visto afectados parajes de gran valor medio ambiental como la Sierra de Leyre o las Bardenas y el fuego ha llegado hasta la Sierra del Perdón, en las cercanías de Pamplona.

Superficie quemada por el incendio de San Martín de Unx-Ujué COPERNICUS

En total, el dispositivo de extinción de los incendios ha superado las mil personas, según datos facilitados por SOS Navarra. En el dispositivo han participado 420 de Bomberos de Navarra, 150 bomberos forestales, 330 miembros de la UME -la mayoría del Batallón Zaragoza-, 82 bomberos de las comunidades del País Vasco, La Rioja, Aragón y Castilla-La Mancha, 60 miembros del Guarderío de Navarra y 12 técnicos de Medio Ambiente.

Para apagar las llamas se ha movilizado una gran cantidad de medios aéreos, 17 aeronaves en total entre aviones Foca del Ministerio para la Transición Ecológica y una decena de helicópteros, entre ellos dos del Gobierno de Navarra y 8 del Gobierno de Castilla-La Mancha y del Miteco. También decenas de vehículos autobomba, todoterrenos y el Centro de Mando Avanzado del Gobierno de Navarra.

En las labores de extinción también han participado numerosas personas voluntarias, cientos de vecinos de los pueblos afectados y agricultores que con sus tractores han creado cortafuegos y han adecuado los campos de cultivo.

Este gran despliegue de medios humanos ha provocado que algunas de las personas que han trabajado contra el fuego hayan resultado heridas, entre ellas un vecino de Obanos que fue trasladado en helicóptero al HUN tras sufrir un corte en un brazo durante las labores de extinción y un bombero que se fracturó una pierna en la Sierra de Leyre.

También ha sido importante la participación de miembros de la Policía Foral, Guardia Civil, policías locales, Cruz Roja y DYA, así como de los equipos sanitarios de las zonas afectadas.

Prácticamente todos los recursos de la Policía Foral han estado volcados en los trabajos relacionados con los incendios, han informado desde este cuerpo policial, que ha llevado a cabo cortes de carreteras, ha prestado apoyo logístico y lleva a cabo la investigación medioambiental del origen de los fuegos. l