Los alrededores de los pueblos de la Valdorba son ahora un cementerio de árboles y campos de cereal, aunque el fuego no llegó a las viviendas, la imagen que ha dejado el fuego en sus paisajes es desoladora para los habitantes de la zona.

Santi Martínez, vecino de Olleta, cuenta que en sus casi 70 años de vida no había visto algo así. “He visto muchos incendios por esta zona, pero nunca había visto uno tan grande y con tantos focos al mismo tiempo. Así que lo vivimos con mucho miedo”, dice. Cuando empezó el fuego, Martínez fue desalojado dejando su vivienda y sus siete cabras en Olleta. “No queríamos irnos porque se estaba quemando todo lo de alrededor y nos daba mucho miedo. Había bomberos pero al final ellos no conocen los caminos, las pistas o dónde están las bocas de riego”, asegura el de Olleta, que remarca la importancia de que en estas circunstancias, los vecinos y vecinas deberían trabajar de la mano de los efectivos porque “somos los que mejor conocemos este entorno y nuestra ayuda es muy importante”.

Al pasear por la zona, Martínez explica que todavía le cuesta ver los campos hechos ceniza. “Para los que somos de aquí de toda la vida es muy doloroso ver los campos y montes arrasados, todavía no nos acostumbramos a verlo así”, reconoce.

Jesús González, también vecino de Olleta, coincide con Martínez en la necesidad de crear un protocolo por si esto vuelve a suceder “Da miedo que vuelva a pasar porque está el campo muy seco. Creo que si vuelve a ocurrir tendrían que quedarse dos o tres personas para guiar y trabajar con los bomberos, porque al final son los del pueblo los que conocen todas las pistas y caminos”, asegura. “Estas en el pueblo y parece que no ha pasado nada, pero te mueves un poco y está todo arrasado. Da mucha tristeza ver cómo está todo quemado desde aquí hasta Ujué”, añade el vecino.

Amaia Ruiz, alcaldesa de Leoz, explica que ahora desde el Ayuntamiento permanecen a la espera de evaluar los daños antes de comenzar con los trabajos de recuperación del valle.

La Valdorba fue sacudida por varios incendios hace un mes, el primero de los incendios se inició el sábado día 18 en el Señorío de Iriberri, donde se había producido un incendio de escasa magnitud unos días antes. Este, favorecido por las condiciones meteorológicas de temperatura, humedad y viento, alcanzó una magnitud importante, y se propagó en dirección Nor-Oeste, implicando buena parte del monte del término municipal de Iratxeta, con una extensión quemada de entorno a 250 hectáreas, lo que supone entorno al 35% de su superficie. Este incendio no se extinguiría hasta 4 días más tarde.

El segundo de los incendios, que fue el que más daños causó, se inició en San Martín de Unx y llegó hasta las puerta de las poblaciones de Sánsoain, Maquirriain y Olleta, y, en menor medida, a Amatriain. Este incendio ha arrasado buena parte de la superficie forestal de estas localidades y requirió de la evacuación de su población, que no pudo ser realojada hasta pasados 4 días. La superficie del municipio afectada por este incendio es de unas 500 hectáreas.

Estos fuegos, los más grandes que recuerdan los habitantes del valle, aunque no han causado grandes daños materiales, sí han generado grandes pérdidas en patrimonio natural y ecológico, que tardará años en regenerarse.