Un bebé nació el pasado viernes por la noche en la gasolinera de Morentin. El alumbramiento pilló por sorpresa a todos los presentes, entre ellos, a la trabajadora de la gasolinera, y a dos hermanas naturales de Dicastillo. Todos ayudaron y colaboraron en que tanto la madre como el bebé estuvieran sanos y salvos.

El viernes las hermanas iban de camino a recoger al marido de una de ellas, que volvía de un viaje. Antes de continuar con decidieron parar a repostar en la gasolinera del pueblo 5 minutos antes de su cierre. Cuando se iban a marchar llegó otro coche a la gasolinera y se bajó un chico muy agitado pidiendo ayuda para echar gasolina y explicando que llevaba a una chica en el asiento del copiloto que parecía estar de parto.

Las hermanas se acercaron a socorrer a la mujer, que gritaba a causa de los intensos dolores . Cuando se acercaron al coche para poder ver a la mujer y valorar la situación, se dieron cuenta que la mujer no solo ya estaba de parto, sino que la cabeza del bebé ya asomaba. El hombre tenía intención llevar a su acompañante hasta el Hospital de Estella, para que pudiera dar a luz allí, pero viendo lo avanzada que estaba la situación y tratándose de un fin de semana de fiestas en la localidad finalmente decidieron quedarse allí y llamar al 112.

“Todo sucedió rápidamente y el bebé prácticamente salió solo. Fue la mujer muy valientemente ” la que lo consiguió sin prácticamente ayuda de las demás” recordó Charo, una de las hermanas

Al llegar el bebé, una de ellas se encargó de limpiar los orificios nasales del recién nacido para que pudiera respirar mientras la otra cubría al bebé con una toalla de piscina que llevaban en el coche.

Para alivio y alegría de todos el bebé empezó a llorar con normalidad y todos se dispusieron su enhorabuena al acompañante de la mujer, asumiendo que se trataba del padre. El hombre entre risas, explicó que no era el padre o la pareja, sino el vecino. El marido, que en ese momento estaba trabajando, recibió una videollamada muy especial, y pudo ver, con mucha sorpresa y emoción a su tercer hijo a través de una pantalla por primera vez.

La ambulancia llegó cuando el parto ya había acabado, y de allí los trasladaron a los dos al hospital García Orcoyende Estella. La vecina de Dicastillo llamo al día siguiente para confirman que tanto el bebé como la madre, al parecer vecina de San Adrián, se encontraban bien, ya que se había quedado preocupada por el cordón umbilical y otros detalles que ellas no habían sabido gestionar. Para su alegría lo que había seguido al parto había transcurrido con normalidad y los dos se encontraban perfectamente sanos.

Charo cuenta con muchísimo cariño la historia, en especial cuando recuerda la actitud de la mujer, de origen marroquí, que además de haber sido una autentica “campeona” fue muy agradecida con todos los presentes. Cuando se estaban llevando del lugar en la ambulancia se quedaba preocupada por no haber mostrado suficiente gratitud con ellas. “Le decíamos: ¡no te preocupes! Ahora cuida del bebé y de ti. Y aún se quedaba preocupada, más mona, ¡monísima!”.

Para Charo, la experiencia, además de bonita ha sido muy emocionante por lo implicadas y voluntariosas que estuvieron todas, repitiéndole y prometiéndole que en ningún momento la iban a dejar sola, mostrándole su apoyo y acompañándola en cada impulso. Sin duda, esta va ser una historia que guardará en su corazón, y que además, pudo compartir junto con su hermana, lo cual hace, si cabe, aún más especial la vivencia.