Colas de una, dos y hasta tres horas para tratar de tramitar la jubilación, una incapacidad permanente, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) o un permiso de maternidad.En la entrada de las oficinas del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) se agolpa gente desde antes de que abra sus puertas a las 9 de la mañana, donde tienen que esperar durante horas en la calle para ser atendidos debido a la falta de personal en este servicio, dependiente delMinisterio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Los empleados, consultados por este medio, aseguran que no dan abasto con toda la carga de trabajo a la que tienen que hacer frente, lo que provoca un colapso en la Seguridad Social y retrasos de varios meses en la tramitación de muchas prestaciones. Con la llegada de la crisis de la covid-19, la situación empeoró aún más y antes del verano, desde el CAISS (Centro de Atención e Información de la Seguridad Social), donde acuden los ciudadanos, habilitaron una línea rápida de atención presencial sin cita previa, con el objetivo de dar un mejor servicio a los usuarios que llamaban por teléfono para consultar dudas. “Se puso con la idea de hacer tramitaciones menores y rápidas, para atender mejor a la gente que llamaba por teléfono con dudas. Para consultas más complejas como la solicitud de una jubilación o de una baja por paternidad hay que pedir cita previa o tramitarlo on line a través del sistema Cl@ve”, relatan los trabajadores del CAISS a este periódico.

Dificultades para la cita previa

Pero los usuarios denuncian la complejidad de la tramitación on line y la imposibilidad de conseguir una cita previa, ya sea por teléfono o de manera telemática. Por lo que muchas personas se deciden a acudir sin cita a las oficinas de la Seguridad Social. Allí, esperan en la calle a ser atendidas en la línea rápida, pero muchas acuden con trámites complejos que no pueden ser atendidos. “Estamos una media de 20 o 30 minutos con cada persona y a muchos no les podemos resolver porque este servicio está pensado para consultas o gestiones menores. Entonces se colapsa y se generan colas de varias horas. Sabemos que la gente está cabreada y no nos extraña, pero nosotros no damos abasto y atendemos una media de 50 personas al día”, asegura el personal.

Los trabajadores, que denuncian que la falta de personal impide poder ofrecer un servicio de calidad a la ciudadanía, destacan que sí es posible obtener cita previa, pero admiten que no es algo fácil. Según detallan, la gestión para pedir la cita previa debe hacerse entre las 7 y las 8 de la mañana –tanto si es de manera telefónica o por internet–, pese a que las oficinas del CAISS abren a las 9.00 horas. “Citas previas se dan, porque todos los días atendemos a gente, pero tienen que pedirlas pronto por la mañana y la verdad es que se dan muy pocas”, detallan.

Reconocen que se ha automatizado mucho la gestión de los trámites y que la ciudadanía puede hacer muchas gestiones desde su casa, el problema es que “muchas personas, especialmente la gente mayor, no son capaces de tramitar su jubilación o su viudedad de forma on line. De la misma forma que tampoco pueden tramitar la cita previa, entonces, lógicamente, vienen aquí a que se les atienda personalmente”.