Ya nadie se pierde por los pasillos y las salas de Forem. Desde ayer, las instalaciones de Mutilva vuelven a ser un vacunódromo para descongestionar los centros de salud en esta campaña de vacunación. Quien quiera puede elegir ponerse las dosis de gripe y covid en Forem en lugar de en su centro de salud y ayer, primer día de vacunación, acudieron al vacunódromo unas 800 personas.

Dentro, las enfermeras que inoculan las dosis aseguraban que la gente ya sabe perfectamente cómo funciona el circuito. “Entran, vienen enseguida al mostrador donde se les toma los datos y pasan a la sala de vacunación. Todos saben ya que la de la covid va en un brazo y la de la gripe, en el otro. Tras el pinchazo salen, pasan a la sala de espera y se marchan”, explicaron las sanitarias.

Una de las primeras personas en vacunarse fue Francisco Javier Bermejo, vecino de Pamplona y natural de Tudela, que no tardó un segundo en tramitar su cita para vacunarse: “En cuanto vi en la prensa que se abría el plazo, pedí cita para vacunarme. Yo creo que fui el primero porque podía escoger todas las horas”. Francisco Javier tiene claro que la mejor manera para frenar a la gripe y a la covid-19 es vacunarse, más ahora de cara al otoño y al invierno. “Tengo cinco nietos que ahora han empezado las clases y como estoy mucho con ellos prefiero estar protegido”, explicaba y añadía que en estos dos años no se ha contagiado de coronavirus y espera “que siga siendo así”.

Covid en el izquierdo, gripe en el derecho 

En principio, la vacuna contra la covid-19 se inocula en el brazo izquierdo y la dosis contra la gripe, en el derecho. No obstante, a personas operadas de cáncer de mama, que lleven marcapasos o que no se puedan vacunar en alguno de los dos brazos se les administra las dos dosis en el mismo. Tras los pinchazos se pasa a la sala de espera, aunque las personas que no hayan tenido nunca efectos secundarios, no tienen porque esperar.

Es el caso de Mari Carmen Colomo, que acudió a recibir la cuarta dosis contra el coronavirus y la vacuna de la gripe: “Tenía clarísimo que me iba a vacunar otra vez, porque quiero estar protegida. Ya sé que mañana estaré un poco más floja, pero merece la pena para estar más prevenida”. Tras ella, Jesús iglesias se desabrochaba la camisa para poder recibir las vacunas. Se contagió de covid-19 al inicio de la pandemia y tuvo que ser ingresado porque la infección se complicó un poco. “La vacuna es la mejor manera de erradicar esto y de proteger a la gente más vulnerable. Yo tengo 60 años y estoy bien, pero no quiero volver a pasarlo como lo pasé”, señaló.