El cambio climático se lucha en Navarra a pie del asfalto. El Departamento de Cohesión Territorial ha desarrollado una iniciativa que cuenta en la actualidad con 275 microbosquetes, ubicados principalmente en los entornos de varias carreteras de la Comarca de Pamplona, que se extienden a lo largo de una superficie de más de 16.000 metros cuadrados. Con el paso del tiempo, estas plantaciones conformarán un bosque natural que traerá consigo numerosas ventajas.

Los microbosquetes son densas plantaciones de especies autóctonas en pequeños grupos, situadas en zonas anejas a las carreteras que favorecen la lucha contra el cambio climático a través de la creación de pequeños ecosistemas que promueven el aumento de la biodiversidad en la zona y la mejora del aire de las áreas periurbanas –entre zonas urbanas y zonas de campo–, principalmente absorbiendo de la atmósfera CO2 (dióxido de carbono), gas que está íntimamente relacionado con el efecto invernadero.

Relación de microbosquetes.

Fundamentalmente, "se trata de mejorar la fertilidad de la tierra de pequeñas superficies en terrenos anejos a las carreteras navarras para su plantación con especies vegetales propias de la zona y propiciar así su mantenimiento de manera ecológica y sostenible", indican desde Cohesión Territorial. Dentro del programa Microbosquetes, impulsado por la Dirección General de Obras Públicas e Infraestructuras, se trabaja "con el objetivo de extender su implementación a la totalidad de la Red de Carreteras de Navarra".

Promotores del programa

El Jefe de la Sección de Gestión Ambiental de Infraestructuras, José María Duran, en colaboración con Miguel Angel Labiano de Gestión Ambiental (GAN-NIK), son los promotores del programa Microbosquetes. Según explica Durán, la creación de estas plantaciones ofrece múltiples ventajas . “Los bosquetes tienen como finalidad crear ecosistemas naturales, con su correspondiente aumento de la biodiversidad al conseguir manchas de bosque autóctono de diferentes especies. Además, presentan una alta densidad de plantación que permite un mayor crecimiento y desarrollo de las plantas”.

Asimismo, resalta Durán, “sirven para ofrecer refugio a la fauna de la zona, especialmente insectos, aves y pequeños mamíferos” y “favorecen la recuperación ambiental de suelos degradados, ya que con su tratamiento se consigue una mayor profundidad y fertilidad del mismo evitando procesos erosivos”.

Plantaciones junto a la carretera NA-8102, en el acceso a Noáin. Javier Bergasa

Los promotores del proyecto también recalcan “la especial importancia de estos microbosquetes para contribuir en la lucha contra el cambio climático. Funcionan como sumideros de CO2 a pequeña escala y favorecen una gestión de economía circular al utilizar materiales procedentes de reciclado, como es el caso del compost procedente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona”.

Plantación y mantenimiento

La metodología empleada para su implantación consta de dos fases: los trabajos de plantación y los trabajos de mantenimiento. Durante la plantación, se desarrollan el replanteo y gestión de materiales empleados; la preparación de tierras mediante laboreo para lograr una mayor profundidad de tierra fértil; la enmienda orgánica; el acopio y extendido de la misma; la preparación para plantación, enterrando el compost y perfilado del terreno; la colocación de manta protectora antihierbas y extendido y sujeción al terreno; y la plantación de las especies vegetales con un 20% arbóreas y un 80% arbustivas, que se realiza en alta densidad y utilizando las especies naturalmente presentes en cada zona.

Para llevar a cabo el mantenimiento de los microbosquetes, se lleva a cabo el riego de las plantaciones a lo largo del primer año. “Según las circunstancias de cambio climático se podrá alargar el periodo de riego”, destacan desde la Dirección General de Obras Públicas e Infraestructuras. Además, se escarda –se elimina la maleza– tres veces al año y sólo durante los primeros 12 meses; y se lleva a cabo la reposición de faltas, solo en caso de pérdidas considerables.