El Banco de Alimentos de Navarra (BAN) cerró el 2022 con 25.058 personas atendidas, una cifra que ha ido en aumento tras la pandemia de coronavirus y en un contexto en el que los bancos de alimentos afrontan grandes dificultades para abastecerse de provisiones. La escalada de los precios provoca que cada vez reciban menos donativos y excedentes en sus almacenes, por lo que se han visto obligados a reducir los lotes de comida que reparten a cada uno de sus beneficiarios. Durante 2022, se pasó de una media estatal de 128 kilos por persona al año a 122 kilos; y las cantidades seguirán bajando en 2023, según las previsiones de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), que alertó ayer de que la pobreza alimentaria sigue cronificándose en España en 2023.

Para hacer frente a esta situación, la Fundación la Caixa y CaixaBank van a impulsar la IV edición de la campaña solidaria Ningún hogar sin alimentos. Como en las ediciones anteriores, la iniciativa arranca con la aportación de 1 millón de euros por parte de la Fundación la Caixa. Hasta el 7 de julio, se pueden realizar donaciones a través de Bizum enviando una aportación a la causa 38014. También se puede colaborar a través de la red de cajeros de CaixaBank, a través de la plataforma de banca digital CaixaBankNow y en la web caixabank.es para los donantes que no sean clientes de la entidad. El año pasado, la campaña recaudó 29.739 euros para el Banco de Alimentos de Navarra. En el conjunto del Estado, entre las ediciones de 2020, 2021 y 2022, consiguió cerca de 7,5 millones, con los que se consiguieron 7.900 toneladas de alimentos básicos.