Xabier Unzue Valencia, uxuetarra de 31 años, se dedica a la ganadería bovina extensiva, siendo uno de los pastores más jóvenes de la Zona Media. Su apuesta por que las vacas sigan decorando el paisaje en nuestros lares es clara, ya que su labor medioambiental de limpieza y desarrollo de los montes, se suma a la de producir carne de calidad y cercanía. Actualmente en Ujué y San Martín de Unx hay cuatro ganaderos que se dedican al cuidado de reses para la producción cárnica.

Los incendios del pasado verano les afectaron directamente. Durante los tres días que el fuego rodeó el pueblo, su trabajo fue imprescindible para evitar tragedias mayores, orientar a los bomberos o salvaguardar el ganado de unos a otros. Fueron días “de película”. A Xabi se le quemaron 10 kilómetros de alambrada y sus corralizas ardieron prácticamente enteras.

EL PUEBLO SALVÓ AL PUEBLO

“El primer problema resultó la falta de comida, ya que se quemaron la hierba y los vegetales con los que el ganado se alimentaba”, explica Xabi. “También se quemó el vallado que delimita la zona de pasto, lo que hubiese supuesto un gran problema de no ser por el cercado virtual”. Este sistema se basa en la geolocalización de las vacas a través de unos collares conectados a una aplicación móvil. Al acercarse al límite geográfico acotado les avisa con un audio y estas aprenden a no rebasarlo. “Llega a ocurrir un año antes y no hubiésemos podido seguir con la actividad”, matiza.

Una vez socavado el fuego, el pastor nos cuenta como otros ganaderos cedieron sus tierras para traspasar el ganado afectado, igual que los Ayuntamientos de Ujué y Gallipienzo. “De nuevo, el sector se salvó a sí mismo, como en los días del incendio, donde otros ganaderos nos ofrecieron su forraje y su terreno”.

E Ayuntamiento de Ujué también salió perjudicado, ya que les perdonó la tasa de arrendamiento de pasto comunal durante 6 meses. “Es un gesto que debemos agradecer, ya que supone una reducción de ingresos municipales”. Según nos cuenta Xabi, “ahora, pasado un año”, el Gobierno de Navarra abrirá una licitación para someter a concurso la reconstrucción de las alambradas afectadas. Lo hará mediante ayudas dirigidas a los Ayuntamientos, con el objetivo de amortizar los daños. “Para cuando se conceda la obra y se construya el vallado no se cuanto tiempo pasará. Entiendo que la burocracia lleva su tiempo, pero mientras tanto esos pastos ahí siguen, sin vallar”, critica Xabi.

MÁS VACAS, MENOS FUEGO

. Hace hincapié en la importancia de su trabajo, que no se ha valorado como es debido. “Somos los jardineros del monte”, afirma. “En Uxue hemos pasado de tener 25.000 cabezas de ganado a tener 300 vacas. Los incendios que hubo entonces no tienen ni por asomo las características del último”.

Sin embargo, parece ser que desde Medio Ambiente se quieren impulsar ciertas ayudas, que ya se han hecho en otras comunidades y Xabi valora positivamente. Se trata de, mediante Guarderío Forestal, delimitar una serie de hectáreas susceptibles a incendios y, tras un acondicionamiento del Gobierno de Navarra, apalabrar con los ganaderos extensivos su mantenimiento bajo remuneración.

GAJES DEL PLAN INFONA

“El Plan Infona puede servir para prever, y en ese sentido esta bien, pero creo que está pensado para pasar la patata caliente a los ayuntamientos, haciendo responsables a última instancia a los particulares”, explica el ganadero. “Mediante este plan se responsabiliza a los pueblos y no al Gobierno de garantizar las medidas establecidas. Siendo así, cada particular debe cumplirlas en su terreno”.

En opinión de Xabier, en pueblos como Ujué el plan tiene ciertos agujeros, ya que es uno de los más extensos de Navarra con una red de caminos de 340 kilómetros, y con apenas un centenar de habitantes de media de edad muy avanzada.

“Pongamos el ejemplo de una persona mayor, que tiene un terrenico para el que no puede andar pagando desbroces. O una casa abandonada de alguno que ni reside en el pueblo y se ve obligado a reformarla. Si él no puede hacerse cargo el Ayuntamiento terminará pagando el plato con su dinero”.

ABANDONO RURAL

Para Xabi esto supone otra traba más para la ciudadanía de los pueblos, que en muchos casos tiene que hacer frente a la despoblación y la falta de servicios. “Nosotros somos quienes abastecemos las ciudades: de agua con los pantanos, de energía con molinos o placas, de comida con nuestros animales y también nos hacemos cargo de su basura. Pero luego nosotros somos los deficitarios”.

El pastor termina animando a que se actúe durante el año para prevenir que vuelva a ocurrir: “Cuidemos los montes, formemos a la gente de los pueblos para saber actuar en estas ocasiones”.