Este martes, 18 de julio, se cumplen 87 años del comienzo del golpe de estado. Esa tarde de 1936 en la calle Ansoleaga de Pamplona fue asesinado el comandante de la Guardia Civil José Rodríguez-Medel en las puertas de la Comandancia, cuando intentaba organizar a los guardias para repeler la ya iniciada sublevación de las tropas del general Mola, convirtiéndose de este modo en el primer asesinado por los golpistas en la capital navarra.

José Rodríguez-Medel. CEDIDA

La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra en 1936 (AFFNA-36) colocará este martes, a las 19.00 horas, un tropezón o placa como recuerdo y homenaje en el mismo lugar en el que le quitaron la vida. Asimismo, según indica la asociación en una nota de prensa, se instalarán también una docena de tropezones en varias calles del Casco Antiguo, de los cuales cuatro se pondrán por vez primera y otros serán repuestos. El Proyecto Tropezón se puso en marcha en el año 2015 y ya se han instalado 242 placas, tanto en Pamplona como en otras localidades de la geografía foral, por lo que se trata del “monumento recordatorio más descentralizado de Navarra”, destaca AFFNA-36. 

Qué pasó ese julio de 1936

Como recuerda la asociación, el general Mola conocía a Rodríguez-Medel de su etapa en la Academia de Infantería y consideró su nombramiento como comandante en Pamplona “un obstáculo para sus planes de sublevación”. De hecho, según prosigue, “Medel había presentado sus respetos al gobernador de Navarra y al alcalde de Pamplona, Tomás Mata, pero no así a la autoridad militar, de la que Mola era jefe”, por lo que el general “lo tomó como una afrenta personal, haciéndole llamar a Capitanía el día anterior”. 

El comandante acudió a la cita con el uniforme del cuerpo. Según señala AFFNA-36, Mola “le indicó que debía dejar el sable fuera del despacho, a lo que le contestó que sin el sable de la uniformidad no entraba, pues estaba allí ostentando el cargo de Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Navarra. Le manifestó que sería fiel al Gobierno de la República y que obedecería las órdenes del poder constituido. Mola le replicó que se atuviera a las consecuencias”.

No obstante, como explica, el 24 de junio de 1936 el general Mola había dicho lo siguiente: “En este trance de la guerra yo ya he decidido la guerra sin cuartel. A los militares que no se han sumado al movimiento, echarlos y quitarles la paga. A los que han hecho armas contra nosotros, contra el ejército, fusilarlos. Yo veo a mi padre en las filas contrarias y lo fusilo”

Así las cosas, relata la asociación, cuando Rodríguez-Medel “se dirigía a la columna que estaba preparada a las puertas de la Comandancia, disponiendo a sus efectivos para realizar una línea defensiva en Tafalla que permitiese aislar a Navarra por el sur, murió como consecuencia de los disparos de uno de los guardias civiles sublevados”.

Qué pide AFFNA-36 para estas elecciones

Por todo ello, tras manifestar su preocupación por los resultados de las pasados comicios locales y autonómicos y en vísperas de las elecciones generales, AFFNA-36 hace un llamamiento “a toda la ciudadanía y a sus representantes, a los recientemente elegidos y a los que surjan próximamente de las urnas, para que respeten las leyes de memoria vigentes, las cumplan y las hagan cumplir, y profundicen y avancen en la extensión de los principios y valores que se contienen en ellas, pues son indispensables para la construcción y consolidación de la democracia”. Porque, concluye, “sin memoria democrática, no hay futuro en libertad”.