Unos 220 jóvenes en situación de vulnerabilidad que viven en el País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña han caminado varias etapas de la Travesía Transpirenaica social y solidaria de este 2023, que finaliza mañana, jueves, en Cadaqués (Girona).

En esta ruta participan una veintena de entidades sociales del País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña, con unos 80 monitores que acompañan a los jóvenes, y que, después de diez años de trayectoria, se ha convertido en un método educativo que pone el foco en el aprendizaje de valores como la superación, el esfuerzo, el trabajo en equipo, el liderazgo y el cuidado del medio ambiente.

Así lo ha explicado en una entrevista a EFE la directora de la Transpirenaica, Irene Zendrera, que ha resaltado que el objetivo es "impulsar la integración de estos jóvenes" y, a la vez, "implicar y sensibilizar a la sociedad de que no todo el mundo tiene las mismas oportunidades".

La Travesía Transpirenaica Social Solidaria de este año, que tiene por lema "Tu futuro, tu decisión", comenzó en el País Vasco, a orillas del Cantábrico, y Navarra a mediados de junio y el día 24 sus participantes llegaron a Aragón, concretamente a Sallent de Gállego, para el día 29 de junio alcanzar el Pirineo catalán y andorrano.

Mañana, 20 de julio, se espera que los participantes lleguen al cabo de Creus y a Cadaqués, en Girona, alcanzando así el Mar Mediterráneo y el fin de esta experiencia, a la que también se ha sumado en una etapa el recién elegido alcalde de Maçanet de Cabrenys, Javi Molina, que ha explicado a EFE que espera "poder integrar a jóvenes del pueblo en próximas ediciones de la Transpirenaica".

Maçanet de Cabrenys, un  pequeño municipio de Girona de unos 700 habitantes, ha alojado a los participantes en la travesía y les ha proporcionado cena y almuerzo para poder seguir con fuerzas la ruta, una colaboración que llevan a cabo desde hace ocho años, ha indicado Molina.

Carla, que acompaña a un grupo de mujeres participantes de entre 18 y 35 años de la Fundación de la Esperanza, ha apuntado que algunas de las jóvenes que querían hacer la ruta no han podido al encontrar trabajo para este verano pero que, aún así, tienen lista de espera para poder formar parte de la experiencia.

La monitora se ha quejado del intenso calor que han vivido en algunas etapas pero ha añadido que "la experiencia que supone salir de las rutinas, encontrarte en un entorno natural, vivir a un ritmo más calmado y conocer personas diferentes y abrirte a ellas ha compensado".

En la travesía de este año han participado en las diversas etapas jóvenes que viven en las citadas comunidades pero que proceden de 34 países de todo el mundo, como venezolanos, nicaragüenses, ucranianos, afganos o de Burkina Faso, entre otros.