¿Cómo será la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) 2024? Esta es la gran incógnita para los miles de estudiantes de segundo de Bachillerato que comenzarán las clases en unos días. “El Gobierno vasco no es partidario de que se active la nueva EBAU hasta que no se desarrolle en su totalidad la Lomloe. Hemos dicho abiertamente que hay dejar la reforma de la EBAU para más adelante. No hay que hacerlo deprisa y corriendo”. El Departamento de Educación se muestra así de claro ante el encuentro que mantendrá este jueves en Madrid el Ministerio de Educación con representantes de las comunidades autónomas y las universidades para desembrollar el futuro de la reforma de la selectividad. 

Independientemente de la decisión que se pueda adoptar, el Departamento de Educación seguirá defendiendo la postura que el consejero Jokin Bildarratz ya trasladó en persona a la ministra Pilar Alegría hace unos meses. La posición vasca se estructura en torno a tres aspectos clave: aprobar una EBAU acordada y no homogeneizadora, como pretende el PP, que respete la idiosincrasia del sistema educativo vasco y que antes de su entrada en vigor, los institutos tengan el tiempo necesario para adaptar sus proyectos curriculares a la Lomloe. A día de hoy, estas tres condiciones no se cumplen. No, al menos, desde el punto de vista del calendario. Y es que el 7 de setiembre arranca el segundo ‘curso Lomloe’ aunque para los cursos pares es el primer año, también en Bachillerato.

DESPEJAR UN MAR DE DUDAS

Así las cosas, la ministra de Educación pretende despejar el mar de dudas que rodean la reforma que ella misma generó en mayo al “guardar en el cajón” el borrador del real decreto que regula la nueva selectividad debido a las elecciones generales del 23 de julio. Ahora, ante la perspectiva de que no haya un nuevo Gobierno español a corto plazo, el Ministerio pretende aclarar si la reforma de la EBAU se puede poner en marcha en junio de 2024, tal y como la propia Alegría sostuvo el día de la paralización de los cambios. 

Ha trascendido que el Ministerio ha encargado informes técnicos para conocer si, estando en funciones, puede aprobar o no el real decreto congelado por el adelanto electoral, o bien debe ser el Ejecutivo que salga del 23-J el que decidida sobre la nueva prueba de acceso a la universidad. Como la formación del Gobierno español podría llegar con el curso ya avanzado, o no llegar e ir a unas nuevas elecciones en enero de 2024, al Ministerio no le queda otra que evitar una incertidumbre innecesaria, sobre todo a los miles de estudiantes de segundo de Bachillerato que en junio se juegan su pase a la universidad. 

LOS RECTORES PIDEN APLAZAR HASTA 2025

La decisión se podría conocer este jueves. No obstante, hay indicios más que suficientes para poder pensar que las cosas podrían quedarse como hasta ahora porque las comunidades del PP rechazan de plano la reforma –piden una única prueba igual para todas las CCAA– y los rectores proponen aplazar hasta 2025 la entrada en vigor la nueva EBAU con argumentos similares a los defendidos por el Gobierno vasco. Días antes de que el Ministerio echara el freno a la reforma, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) pidió retrasar un año la nueva EBAU para no "perjudicar gravemente" a los estudiantes, algo que el Ministerio de Educación descartó. 

"No es realista afirmar que existe suficiente tiempo para poner en marcha dicho modelo en 2024 y se perjudicará gravemente al estudiantado que este curso esté matriculado en primero de Bachillerato", manifestó entonces la CRUE. La institución –en la que la rectora de la UPV/EHU, Eva Ferreira, desempeña el cargo de delegada para Políticas de Igualdad y coordinación de fondos Next Generation– considera que el texto normativo propuesto por Educación "todavía resulta insuficiente para regular con la completitud, la seguridad y el rigor que sería necesario unas pruebas cuya repercusión social, relevancia y consecuencias sobre el futuro académico y profesional del estudiantado no necesitan ser subrayadas".

EUSKADI NO PARTICIPÓ EN EL ENSAYO GENERAL

La última propuesta del Gobierno español introduce algunas modificaciones respecto al formato actual y eliminó la prueba de madurez y las preguntas tipo test que inicialmente tenía previstas para esta nueva prueba. Por ejemplo, se alarga el tiempo de los exámenes, de los 90 minutos actuales a 105. Además, el alumnado podrá elegir si se examina de Historia de España o Historia de la Filosofía para evitar que aumente el número de exámenes, al haber crecido el número de asignaturas en Bachillerato. Además, en las comunidades con lengua cooficial se añade un examen de lengua propia.

Con el objetivo de poner a prueba la nueva EBAU, el Ministerio realizó el pasado mes de marzo un prueba piloto en 50 centros de todas las comunidades autónomas, Ceuta y Melilla, a excepción de las gobernadas por el Partido Popular y Aragón y Euskadi, que declinó participar para no estresar aún más al alumnado con una prueba cuyo diseño y futuro aún están en el aire. Esta prueba piloto incluía ejercicios menos memorísticos que reflejan situaciones de la vida cotidiana.