Médicos del Mundo ha denunciado en Pamplona la desatención que sufren numerosas crisis humanitarias a lo largo y ancho del mundo, "crisis de las que a veces se habla en los medios de comunicación, pero que rápidamente vuelven al olvido".

Para ello, ha presentado su campaña Crisis (in)visibles con la que quieren visibilizar las crisis complejas y olvidadas que sufren millones de personas en el mundo, que transcurrirá desde este último trimestre de 2023 y hasta 2024.

La campaña es un proyecto de sensibilización, comunicación e incidencia política que contribuye a la implicación y corresponsabilidad de una sociedad informada sobre las crisis complejas, ha asegurado Blanca Fraile, Técnica del Proyecto de Médicos del Mundo Navarra.

El nombre de la iniciativa trata de mostrar que a simple vista hay situaciones invisibilizadas, pero que solo hay que indagar un poco para poder ver y ser conscientes de las diferentes caras de una realidad, y la búsqueda de soluciones, ha explicado Fraile.

Según ha dicho, "es importante no solamente visibilizar, si no comprender las situaciones que se viven en otros territorios, por la dignidad de las personas que viven allí, por las que tienen que migrar, por la corresponsabilidad de buscar soluciones y por el impacto real que pueden tener estos conflictos o crisis en este mundo globalizado".

La campaña pondrá el foco en Haití, Sahara, Sudán del Sur, Sierra Leona, Guatemala, Palestina y Burkina Faso. En concreto, el primer país que abordarán será Haití, que se enfrenta a una serie de crisis humanitarias graves y persistentes.

Esto incluye inestabilidad política y social, con protestas y conflictos políticos que han debilitado las instituciones gubernamentales, con un notable aumento de las pandillas que controlan parte del territorio sin que el Estado pueda actuar, ha contado Emiliana Tapia, responsable de Incidencia Política de Médicos del Mundo. Además, el país es propenso a desastres naturales como terremotos y huracanes, lo que agrava la situación.

AYUDA INSUFICIENTE

A su vez, Tapia ha recordado que la ayuda humanitaria que llega a aquellos lugares donde se necesita es "insuficiente", y ha puesto como ejemplo la recaudación anual de la Organización de las Naciones Unidas con este propósito.

En concreto, "la ONU hace llamamientos humanitarios cada año, en los que estiman cuánto se necesitará a lo largo del año en 44 crisis a las que llegan. En 2022, el conjunto de la ayuda humanitaria fue de 40.900 millones de dólares, de los que la ONU recibió 29.600 millones, el 57% de lo que había solicitado".

Las crisis humanitarias complejas se caracterizan por la fragilidad estructural a largo plazo, la inestabilidad y los períodos recurrentes de crisis agudas, ha explicado Tapia.

"La multiplicidad de causas, que se encuentran en la interacción de diversos factores políticos, económicos y socioculturales generan situaciones de conflicto difíciles de resolver y que por ello se prolongan en el tiempo afectando en todos los aspectos de la vida de las personas que las sufren", ha añadido.

Y a eso hay que sumarle que entre las crisis humanitarias complejas, las crisis olvidadas o desatendidas se enfrentan al reto adicional de la pérdida de interés de los donantes, los medios de comunicación y la comunidad internacional, lo que afecta directamente la capacidad de respuesta de los actores humanitarios y disminuye la probabilidad de alcanzar soluciones duraderas".