“La Carpeta Personal de Salud es una de las herramientas que nos permiten desde el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) ofrecer mayor accesibilidad y prestaciones a nuestros pacientes”, ha indicado el consejero de salud, Fernando Domínguez. Así, entre las mejoras que se están trabajando para esta herramienta, el departamento ha confirmado que en las próximas semanas los representantes de los menores de 16 años tendrán dentro de su propia carpeta la de sus hijos e hijas o tutelados.

Respecto a esta medida, que afecta a los cerca de 50.000 menores registrados en el sistema, fuentes del departamento han explicado que los representantes que en su día solicitaran la contraseña de la carpeta del menor, lo verán actualizado de forma automática en su carpeta y, en caso de que otro representante quiera incluírselo, deberá presentar, bien por vía telemática o presencial, un documento que le acredite como representante (libro de familia, copia del registro civil de nacimiento, carné de familia numerosa, etc) para que se le autorice. No obstante, el departamento ha adelantado que ofrecerán más información cuando la aplicación esté disponible, antes de que termine este mes de noviembre. 

12 medidas en el Plan Operativo de Accesibilidad Universal 2022

Domínguez ha comparecido este martes en la comisión de Salud del Parlamento a petición de UPN para informar sobre las medidas del Plan Operativo de Accesibilidad Universal de 2022. El consejero ha indicado, al respecto, que el departamento se comprometió a la ejecución de 12 medidas –5 por parte del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, 5 por parte de la dirección general de Salud y 2 por parte de Osasunbidea–. De las 12 propuestas, según ha proseguido, nueve se han desarrollado, una es continua en el tiempo y dos se han trasladado a futuros ejercicios. En total, el desarrollo de estas medidas supuso un gasto de 237.661,9 euros, un 44,9% más que lo presupuestado inicialmente. 

Para empezar su intervención, el consejero ha asegurado que “la accesibilidad va más allá del estereotipo de barreras arquitectónicas para personas con algún grado de discapacidad” y, de hecho, ha añadido que “supone un cambio cultural y una forma de trabajar más igualitaria, equitativa y universal, en la que, las cuestiones referentes a accesibilidad cognitiva, visual, sensorial, auditiva, idiomática, física o motora y a la información, son cuestiones tenidas en cuenta en todo momento, desde el diseño de políticas públicas hasta su implementación”; cuestiones que en el ámbito sanitario se vienen trabajando “desde hace muchos años”.

Evaluación de las medidas

Domínguez ha indicado que de las cinco medidas propuestas para el Instituto de Salud Pública, cuatro se cumplieron y una, que conlleva la habilitación de rampa de acceso o instalar un elevador en el edificio de la calle Leyre, se ha pospuesto para futuros ejercicios. En cambio, ha apuntado, se ha sustituido el pasamanos de escaleras y rampa de acceso en el edificio del Polígono Landaben (23.752 euros); se ha modificado el escalón de entrada eliminando bocel en el edificio del Polígono Landaben y se ha dotado de una franja de pavimento visual y táctil de señalización de arranque de los tramos (2.446 euros); se ha señalizado visualmente las puertas de vidrio del edificio del Polígono Landaben y se han colocado dos bandas de señalización visualmente contrastadas (1.070 euros); y se han rediseñado y reorganizado los contenidos de la página web del servicio de Promoción de Salud comunitaria para “mejorar de forma sustancial la accesibilidad de la ciudadanía a información sobre cómo cuidar su salud”. 

De las cinco medidas que competen a la dirección general de Salud, cuatro están ejecutadas y una, la formación y capacitación a profesionales en materia de atención a la discapacidad, se ha pospuesto a este año. Las acciones supusieron una inversión de 53.120 euros, un 3,1% más de lo presupuestado inicialmente. En este ámbito, se ha procedido a la “revisión del espacio Final de la vida en el portal de salud para incorporar un lenguaje claro y accesible, se ha revisado toda la información vinculada a este tema en los dominios navarra.es, dirigida a profesionales y a la ciudadanía y se ha creado un documento de voluntades anticipadas con mayores prestaciones de accesibilidad (3.120 euros); se ha procedido a llevar a cabo medidas de accesibilidad de forma transversal dentro de la Estrategia de Humanización del sistema sanitario público, como el documento de voluntades anticipadas, la traducción de materiales a diferentes idiomas o la incorporación de sistemas de llamadas a los pacientes en los centros de atención sanitaria (habiéndose invertido 50.000 euros hasta el momento); la implementación de medidas de accesibilidad para que puedan participar en igualdad de condiciones las personas con discapacidad en jornadas y eventos dirigidos a la ciudadanía; y se han revisado las acciones de accesibilidad subvencionadas desde el departamento y el Instituto de Salud Pública y Laboral a asociaciones de pacientes y familiares para valorar posibles mejoras. 

Y, respecto a las dos acciones imputadas a Osasunbidea, se ha revisado el “factor accesibilidad en las Encuestas de Satisfacción de la Ciudadanía Atendida en Atención Primaria, Atención Hospitalaria y Salud Mental de todas las zonas básicas”. Al cierre del ejercicio 2022 se declaró “en ejecución”, ya que se habían realizado las encuestas pero no se habían analizado los resultados, cuestión que se culminó en el primer trimestre de 2023. Este proyecto ha supuesto una inversión de 97.272 euros, es decir, un 237,3% más de lo presupuestado. Finalmente, se han analizado las condiciones de accesibilidad de la Carpeta Ciudadana de Salud y, por tanto, se han implantado diversas funcionalidades y mejoras, como “solicitudes de informes en representación de; cita previa; reclamaciones, sugerencias y agradecimientos; documentación de Atención Primaria (documentos, imágenes, peticiones y volantes, analíticas, pruebas complementarias, justificantes de vacunas, justificantes oficiales de citas); registro de test de antígenos; o gestión de cambios de zona básica de salud. Estas dos medidas han supuesto una inversión de 157.272,73 euros, un 55,7% más.

Valoraciones de los grupos parlamentarios

Desde UPN, Marta Álvarez ha considerado que “Salud no está trabajando bien en ese sentido”. Así, ha indicado que “hay medidas que no deberían estar, porque no son accesibilidad universal y hay medidas que se dan como ejecutadas y que no se han cumplido”. A juicio de la parlamentaria regionalista, “los servicios sanitarios son inaccesibles para muchas personas", por lo que ha instado al consejero a "formar a sus directivos y al personal sobre qué es accesibilidad y a hacer un diagnóstico de sus instalaciones y documentos y después realizar una planificación temporal y cumplirla”.

La socialista Maite Esporrín ha señalado que “se trata de ver el vaso medio lleno o medio vacío. Nosotros lo vemos lleno y para nosotros este es un tema muy importante”. En este sentido, ha matizado que “no será todo lo que se puede hacer, pero decir que no se ha hecho casi nada no nos parece adecuado”.

Txomin González, de EH Bildu, ha afirmado que “la Ley de Accesibilidad Universal es mucho más exigente y demandante de los servicios públicos”. Así, tras apuntar la necesidad de mejorar la accesibilidad del centro de salud del Casco Viejo de Pamplona o la conveniencia de contar con un logopeda euskaldun, ha valorado que “el trabajo que se ha hecho es interesante, satisfactorio, pero necesita más profundidad y una estrategia clara”.

Por su parte, Isabel Aramburu, de Geroa Bai, ha considerado que “la elaboración del plan pudo ser más ambiciosa de lo que fue” y, de hecho, ha mencionado que “el plan de 2023 sí incluye más medidas: 29”. “En resumen, la ejecución de todas las medidas ha sido más que correcta, pero más allá de esa valoración nos ha gustado la filosofía que subyace de la intervención del consejero”, de integrar “la accesibilidad en las políticas de salud”, ha concluido. 

Maribel García Malo, del PP, ha reconocido “el avance en materia de accesibilidad en los últimos años”, pero ha añadido que “queda muchísimo por hacer y no entiendo discursos autocomplacientes que he escuchado aquí”. “Hay desconocimiento de lo que es accesibilidad universal y hace falta una formación clara en esta materia y un diagnóstico”, ha planteado. 

Daniel López, de Contigo Zurekin, también ha estimado que “hay mucho desconocimiento sobre lo que es accesibilidad universal”. Por ello, ha abogado por la formación, “no sólo de los técnicos sino de toda la sociedad”. 

Finalmente, desde Vox, Maite Nosti ha dicho que “en 2022 se ha hecho lo que se ha podido. Queda mucho por hacer y es responsabilidad de todos”, si bien ha destacado la importancia de que “se impliquen todos los profesionales que están trabajando en salud”.