Un fenómeno más propio de la regiones polares de la Tierra iluminó tenuemente las Améscoas el domingo por la noche. Los vecinos de la localidad de Ekala pudieron contemplar una aurora boreal, una maravilla nautral que se producen cuando el viento solar hace presión contra la magnetosfera (la zona del espacio controlada por el campo magnético de la Tierra) y empuja las partículas cargadas (los electrones) hacia la atmósfera a altas velocidades.

Las auroras boreales son uno de los espectáculos naturales más deslumbrantes y misteriosos que la Tierra tiene para ofrecer. Estos destellos de colores brillantes y danzas etéreas en el cielo nocturno han fascinado a la humanidad durante siglos. Pero, ¿qué son exactamente las auroras boreales y dónde se pueden presenciar?

¿Qué son las auroras boreales?

Las auroras boreales, conocidas como "auroras polares", son fenómenos luminiscentes que ocurren en regiones cercanas a los polos terrestres. Este espectáculo natural se produce cuando partículas cargadas del viento solar chocan con los gases de la atmósfera terrestre, creando una serie de reacciones que emiten luz. Las partículas cargadas, como electrones y protones, son canalizadas hacia los polos por el campo magnético de la Tierra.

Estas partículas chocan principalmente con el oxígeno y el nitrógeno en la atmósfera, liberando energía en forma de luz. La combinación de diferentes gases y altitudes a las que ocurren estos choques da lugar a una variada paleta de colores, que incluye tonos de verde, rosa, morado y blanco. Las auroras boreales se asemejan a cortinas de luz ondeando en el cielo nocturno, creando un espectáculo visual único.

¿Dónde se pueden ver las auroras boreales?

Las auroras boreales se pueden presenciar en regiones cercanas a los polos terrestres. Esto significa que son más comunes en dos áreas principales: el Ártico y la región subártica, así como en la Antártida. A continuación, exploraremos en detalle dónde y cuándo es más probable ver este fenómeno:

  • Escandinavia y el Círculo Polar Ártico: Países como Noruega, Suecia, Finlandia, Islandia, Canadá y Alaska ofrecen oportunidades excepcionales para presenciar las auroras boreales. Durante los meses de invierno, cuando las noches son más largas, es más probable que ocurran. Las ciudades en el Círculo Polar Ártico, como Tromsø en Noruega, son destinos populares para los amantes de las auroras boreales.
  • Groenlandia: Esta vasta isla es un lugar ideal para la observación de auroras boreales. Su ubicación cercana al Polo Norte hace que sea un sitio propicio para este fenómeno natural.
  • Rusia: Las regiones del norte de Rusia, como Murmansk y la península de Kola, son excelentes lugares para presenciar las auroras boreales.
  • Antártida: Si bien las auroras australes son menos conocidas que sus contrapartes boreales, la Antártida es uno de los lugares más remotos y hermosos para disfrutar de este espectáculo natural.
  • Canadá: El territorio del Yukón y el norte de Canadá son destinos favoritos para aquellos que desean contemplar las auroras boreales. Whitehorse y Yellowknife son dos lugares populares en esta región.

Aurora boreal

La mejor época para ver las auroras boreales

Para aumentar tus posibilidades de presenciar una aurora boreal, es esencial viajar durante la temporada adecuada. Por lo general, el invierno es el momento óptimo, ya que las noches son más largas y la oscuridad prevalece, lo que facilita la observación de este fenómeno. Los meses de septiembre a abril son ideales, aunque el pico de actividad suele ser entre diciembre y marzo.

Es importante recordar que las auroras boreales son un fenómeno natural, y su visibilidad puede depender de varios factores, como la actividad solar, la ubicación geográfica y las condiciones climáticas. Las noches despejadas, sin luna y lejos de la contaminación lumínica, son ideales para disfrutar plenamente de las auroras.

¿Por qué pueden verse esta semana en Navarra?

Que este espectacular fenómeno aparezca en zonas tan alejadas de su “hábitat natural” como esta sucendiendo esta semana llama mucho la atención. Para ver auroras boreales en España el Sol debe emitir muchísimas partículas cargadas. Debe ser una tormenta geomagnética intensa, como la que tuvo lugar en 1859, conocida como “el evento Carrington”. Esta tormenta ha sido la más potente registrada en la historia y provocó que se vieran auroras boreales en ciudades como Madrid, Roma o, incluso en La Habana.

La más famosa, no obstante, fue la que tuvo lugar el 25-26 de enero de 1938 en medio de la Guerra Civil y que sembró el pánico entre la población. El cielo se cubrió de rojo, lo que mucha gente asoció con un incendio o un bombardeo en lugares cercanos… nada más alejado de la realidad, puesto que lo que estaban observando tanto desde España como desde otros países europeos era una aurora boreal.

Aurora boreal

Aunque no son frecuentes en Navarra ni en el resto del Estado, en ocasiones, como está sucediendo esta semana, han podido ser contempladas en su máximo esplendor. ¿Por qué han aparecido las auroras boreales tan lejos de los polos? Todo se debe a una gran tormenta solar, conocida como tormenta geomagnética fuerte, que tuvo lugar este fin de semana. Durante este fenómeno, ocurren en el Sol fuertes procesos de reconexión magnética, que afectan a la organización del material solar y dan como resultado que muchas más partículas de las habituales puedan ser liberadas, además de una cierta cantidad de plasma.

Todos esos elementos crean un viento solar más denso que el normal, el cual, al llegar a la Tierra, es capaz de interactuar más fuerte con el campo magnético, llegando a alterarlo levemente y provocando que las partículas cargadas no sean redirigidas por completo a las zonas polares. Por lo tanto, estas pueden permanecer en otras zonas de la atmósfera, e interactuar allí mismo con las moléculas de oxígeno y nitrógeno, dando lugar también a auroras boreales en zonas alejadas de los polos.

¿Es, por tanto, algo preocupante? ¿Es peligrosa esa tormenta geomagnética fuerte? Puedes quedarte tranquilo. Es normal que la actividad del Sol se modifique con el paso del tiempo. De hecho, esta varía en función de unos ciclos solares que duran entre 10 y 12 años, por lo que es normal que al llegar al final de ellos la actividad solar se haga más fuerte. Y, justamente, el ciclo solar en el que nos encontramos ahora mismo tendrá su máximo en el año 2025, por lo cual, que estemos experimentando fuertes vientos solares es algo completamente normal. En efecto, lo más probable es que fenómenos como estos puedan volver a aparecer a lo largo de los próximos dos años, a medida que se acerque el final del ciclo solar.