La mítica canción de Mecano ya lo auguraba: “En la Puerta del Sol, como el año que fue / Otra vez el champagne y las uvas y el alquitrán / De alfombra están / Los petardos que borran sonidos de ayer / Y acaloran el ánimo para aceptar / Que ya pasó uno más / Y en el reloj de antaño, como de año en año / Cinco minutos más para la cuenta atrás / Hacemos el balance de lo bueno y malo / Cinco minutos antes de la cuenta atrás”. 

Pero no, no tenemos por qué encontrarnos en la madrileña Puerta del Sol para disfrutar de una fiesta por todo lo alto. Por eso, aquí les presentamos algunas propuestas, unas ya tradicionales, otras que en los últimos años comienzan a cobrar fuerza, para despedir el año y dar la bienvenida al que entra. Eso sí, hay cosas que no pueden faltarnos; las uvas, el champán y la buena comida son de obligado cumplimiento, en ciudades, pueblos, montes o playas.

Coronar nuestras cumbres

Si algo hace especiales nuestros territorios, entre otras muchas cosas, son nuestros montes. Por eso no es de extrañar que sea una tradición ya absolutamente consolidada coronar nuestras cumbres justo antes de dar por terminado el año, así como empezar el que entra, este 2024, también haciendo una ascensión. Cada año son muchas las personas que optan por este plan tan saludable a la par que divertido.

Entre las cumbres predilectas destacan, por ejemplo, el Gorbea (en la imagen), el Pagasarri, Zaldiaran, Urkiolagirre... No importa el tiempo, si llueve o hace frío, e incluso si nieva -algo que puede incluso hacer de esta experiencia algo aún más único-. Eso sí, a modo de recomendación les invitamos a llevar la ropa adecuada, acorde a las inclemencias climatológicas, llevar buenas reservas de agua y comida, y no arriesgar. Si el ascenso se complica por la meteorología, es mejor no aventurarse demasiado.

Ascensión al Gorbea. IGU

El disfraz más especial

No, los disfraces no se reducen solo a Carnavales y Halloween. Cada vez son más las ocasiones en las que aprovechamos para lucir las mejores galas, poniéndonos en la piel de otras personas o criaturas. Ejemplo de ello son las fiestas de Nochevieja de Pamplona, donde cada año decenas de cuadrillas desfilan luciendo sus creaciones, tirando de alegría, originalidad, pero sobre todo mucho humor.

¿El origen de esta tradición? Para entenderla tenemos que remontarnos al año 1982, cuando la emisora Radio Paraíso y la revista Cuatrovientos organizaron una gran fiesta en el frontón Labrit que incluía un concurso de disfraces. Ahora, son muchas las personas que quieren mantener esa tradición. 

Los disfraces triunfan. Iñaki Porto

El alquiler de txokos y casas rurales

Aunque, si nos vamos a juntar grupos grandes -ya sea amigos o familia- otra idea que está cobrando intensidad en estos últimos años suele ser alquilar txokos o casas rurales donde poder disfrutar de estas fechas. Y es que esta es una oportunidad tan buena como cualquier otra para cambiar de aires, y si lo hacemos además bien acompañados, mejor que mejor.

Y a esto se suma además que, si no nos apetece cocinar, a estos txokos y casas rurales podemos traernos la comida que hayamos contratado en cáterings, para solo pensar en disfrutar de estas fechas, sin tener que pensar en qué vamos a cocinar o para cuántas personas lo vamos a hacer. Además, muchos de estos espacios se encuentran muy bien equipados, algunos txokos incluso cuentan con zona de juegos para los más pequeños de la casa.

Ir de casa rural es una buena opción. Freepik

Cotillones y fiestas en bares y discotecas

Sin embargo, algo que se mantiene desde hace ya mucho tiempo son los conocidos como cotillones, las fiestas, que cada Nochevieja acogen, hasta bien entrada la madrugada, discotecas y bares. Aunque hay quien prefiere llevar la fiesta a las calles, el frío muchas veces invita a pasar estas fiestas a cubierto. Y aquí suele haber, eso sí, opiniones encontradas.

Al fin y al cabo, encontramos a personas que prefieren pagar una entrada en una discoteca a cambio de una o dos consumiciones pero teniendo un sitio asegurado, y a quienes prefieren arriesgarse a no encontrar un sitio pero que no quieren pagar entrada. Y en los últimos años ha entrado en juego otro componente que parece empezar a cobrar fuerza. Hablamos de los karaokes, por supuesto. Porque además de bares y discotecas, terminar y empezar el año cantando con amigos o familia parece un buen plan para pasarlo bien y disfrutar exprimiendo estas últimas y primeras horas.

Fiestas y cotillones son ya una tradición. Freepik

El primer baño del año

Finalmente, terminamos este repaso con una cita que cada año congrega a decenas de personas en nuestras costas. Nos acercamos, por ejemplo, a Donostia, donde cada 1 de enero la playa de la Concha reúne a muchos valientes que, sin importarles el frío que pueda hacer o lo helada que pueda estar el agua, se lanzan sin pensarlo en un fresquito chapuzón con el que dan la bienvenida al nuevo año. Sin duda, una forma perfecta para refrescarse y recibir el año que entra. Si lo hacemos con un bañador rojo, mejor que mejor.

Gorka Estrada