Dicen los que conocen que nunca han visto nada igual. El monumental colapso de tráfico que ha afectado este martes a todas las vías de alta capacidad del este de Gipuzkoa, después de que los agricultores concentrados en la muga hayan liberado el paso por la AP-8, remitió lentamente a última hora de la tarde.

Grandes retenciones desde la primera hora

Gipuzkoa se convirtió este martes en un embudo gigante para miles de conductores, sobre todo de camiones, que sufrieron retenciones de hasta 35 kilómetros en las principales vías del territorio en sentido a Iparralde. Hasta pasar la frontera de Irun. Atascados desde Villabona en la N-I, desde Andoain en la A-15, desde Usurbil en la AP-8 y prácticamente desde Doneztebe en la N-121-A en el peor momento, hacia el mediodía, y desde el túnel de Endarlatsa hasta bien entrada la tarde. Los atascos también afectaron a otras vías como la GI-636 entre Donostia e Irun o la propia variante de Donostia (GI-20).

“No sé si alguna vez he visto 35 kilómetros de cola”, reconoció un camionero a este periódico, “aunque es cierto que al menos vamos a tirones y ahora mismo no estamos parados del todo”, contó Jesús Méndez a NOTICIAS DE GIPUZKOA desde el punto kilométrico (PK) 19 de la AP-8, a otros tantos kilómetros de su destino, Zaisa de Irun. La “resignación” y el enfado, a partes iguales, se apoderaron de muchos de ellos.

Bloqueo

El bloqueo de 24 horas (desde las 10.00 horas del lunes a las 10.00 del martes) en la frontera de Irun por la tractorada de agricultores de diferentes puntos de Euskal Herria terminó de forma abrupta este martes, porque lo que estaba provocando esa movilización en nuestro territorio era acumular aún más camiones que los que ya llevaban esperando para pasar desde el fin de semana. 

Movilización "histórica"

Mientras que para los convocantes ha sido una movilización “histórica”, según ha reconocido Amaia Segurola a este periódico, buena parte del sector del transporte no entiende cómo se permite bloquear una frontera “durante 24 horas y justo un lunes”, cuando el tráfico a vehículos pasados “lleva cortado desde el sábado a las 22.00 horas” y los transportistas que vienen de España, Portugal y Marruecos están esperando y acumulándose para cruzar este paso.

Camiones en hilera en la AP-8. IKER AZURMENDI

“Ole por los agricultores, pero mi sensación personal es que todo el mundo puede cortar la carretera, menos los que andamos en ella”.

“Mi sensación personal”, ha asegurado a este periódico Mikel Pérez Arenaza, un camionero guipuzcoano con más de 30 años de experiencia, es que “todo el mundo puede cortar la carretera, menos los que andamos en ella. Me alegro por los agricultores, ole por ellos; yo estoy de acuerdo en que hay que hacerse valer y reivindicar unas condiciones dignas, pero la sensación es que a nosotros nunca nos lo habrían permitido”.

Tanto la patronal guipuzcoana del transporte de mercancías, Guitrans, como la asociación de transportistas autónomos Hiru han puesto en cuestión la gestión realizada por las autoridades vascas de tráfico

“Nosotros intentamos una vez entrar en Bilbao, y no nos dejaron ni por asomo”, asegura Alberto Núñez, portavoz de Hiru, que se cuestiona si es necesario “que se cierre una frontera durante 24 horas para una protesta de 600 personas y que se monten 35 kilómetros de colas. ¿No será mejor hablar con ellas y tratar lo que haya que tratar?”, se pregunta. 

“Muy desproporcionado”

Núñez cree que la proximidad de las elecciones europeas ha influido en la condescendencia para con los convocantes y cree que el agravio generado es “muy desproporcionadoNo entiendo nada”.

El resultado de tres días de cierre de la frontera “era previsible. Encima un lunes, después del fin de semana. Estaba todo el mundo esperando para salir al montón. Han salido todos de golpe. Es normal. La gente no se da cuenta de que perder un días más para un transportista de internacional supone perder toda la semana”, recalca Núñez, quien apunta a una falta de previsión por parte del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco. 

Retenciones kilométricas en la AP-8. Iker Azurmendi

Ya de vuelta a casa de Oñati, por la tardeMikel Pérez Arenaza, desde la cabina de su camión, aseguró que “no había visto tanto camión hace tiempo. El 90% éramos camiones”. La retención le pilló en Villabona y pudo sortearla en parte, cogiendo vías alternativas, pero “he tardado más de una hora y media hasta Irun”, asegura.

“No todo vale”

Guitrans, en un duro comunicado, comparó el proceder de las autoridades a uno y otro lado de la muga: “Según fuentes oficiales, los agricultores franceses han levantado el bloqueo hacia España de manera intermitente desde las 3.00 de la madrugada y permanentemente a partir de las 6.00 de la mañana, con lo cual, las empresas de transporte situadas en los aledaños de la frontera, han asistido atónitas al hecho de que los camiones procedentes de Francia estaban pasando y, en cambio, los de este lado hacia Francia, no. Las reivindicaciones siendo tan importantes como son, compartidas incluso, tienen que tener en consideración estas cuestionesNo todo vale”.

Jesús Méndez ya se lo imaginaba. “Se veía venir. Ayer yo creo que batirían el récord en el parking de Astigarraga (Centro Integral del Transporte), porque siempre está vacío y la cola para entrar llegaba a la autopista; no podían entrar. La Ertzaintza, a todos los que iban dirección Irun, en el peaje de Irun, les decía ‘vuelva para atrás’ y todos iban para el parking”, asegura Jesús Méndez.

“55 euros de pérdidas por hora de retención”

Guitrans, por su parte, precisó en un comunicado que el transporte de mercancías ha sido una vez más el más perjudicado. “Las empresas de transporte guipuzcoanas que realizan transporte internacional y las que hacen nacional pero dependen de la mercancía procedente de Francia se han visto afectadas de forma brutal”.

“Las pérdidas son muy cuantiosas e irrecuperables” para un sector que “está viviendo la crisis en sus propias carnes, dijo: “Un camión pierde 55 euros por cada hora que permanece en una retención, además de la pérdida de portes que ya no se van a poder realizar. Teniendo en cuenta que por Biriatou pasan al día más de 10.000 vehículos las pérdidas son millonarias”. 

A Jesús y sus camiones les pilló de lleno. "Yo cargué en Bilbao y voy a descargar en Zaisa (Irun), pero tengo uno que acaba de salir para Bera y habrá pillado dos o tres horas de cola”, explica a este periódico. Cada viaje de los suyos desde el puerto de Bilbao hasta Zaisa, “entre cargar y descargar, son cinco horas de trabajo”. 

Pérdidas millonarias

Ayer Jesús empezó a trabajar a las 7.30 horas y a las 16.45 quedaba atascado en Hernani, “a la altura de la recta de las sidrerías”, en el kilómetro 19. Al menos nos movemos. Vamos a tirones. Pero a esto le va a costar todavía, porque va muy lento. Están ralentizando a toda la gente en el peaje. Estás pagando un dineral por el peaje de Hondarribia Biriatu, que te sale a siete euros y pico, para no sacar ningún beneficio”, lamenta. 

Asegura que están acostumbrados a ser parados y esperar horas y horas en su cabina, “hasta aburrirse”. Aquí mismo, hace unos años, por la tarde también, después de varios días de fiesta (y restricciones de tráfico a vehículos pesados), me pilló en la salida de Oiartzun, en el kilómetro 12. Y hoy estoy en el 19. De momento, parados yo y el resto de camiones en los dos carriles de la derecha. Por el tercero, que no podemos circular los camiones, sí pasan coches. Pero bueno, ahora hemos pegado un arreón. Si seguimos así, me conformo”, ha explicado por el manos libres.

También se vieron afectados los conductores de turismos, ya que al mediodía las caravanas alcanzaron el peor momento y colapsaron las vías hacia Donostia, tanto en la N-I (colas desde Villabona) como en la AP-8 (desde Usurbil). “He comido en el polígono Ugaldetxo de Oiartzun, y varios conductores de coches también comentaban lo mismo. Ha sido un día difícil para todos”, ha reconocido Pérez Arenaza.