Vivir a ciegas y en una carrera de obstáculos. Los 8.000 navarros con discapacidad visual se enfrentan al salir a las calles a dificultades arquitectónicas que no les ponen la vida nada fácil. En la mañana de este viernes, la ONCE ha organizado un acto para que las personas con plena visión experimenten los problemas a los que se enfrentan a diario. El delegado de la ONCE, Valentín Fortún, la presidenta del Consejo Territorial de la ONCE, Pilar Herrero y la técnico del Aula de Rehabilitación Visual, Chus Echeverría, han participado en la jornada de sensibilización sobre la discapacidad visual.

Herrero ha querido que los presentes vivan en primera persona cómo es vivir con esta minusvalía, ya que “todos podemos padecer una discapacidad en un momento determinado de nuestras vidas”. Asimismo, ha reclamado una sociedad más accesible para este colectivo, en la que todos los nuevos bienes, productos y servicios que salgan a la luz tengan que cumplir con las normativas ya establecidas. Herrero, que sufre de visión reducida, ha continuado reivindicando que “las personas con cualquier discapacidad no son ciudadanos de segunda o tercera, pagan impuestos como el resto”. 

“Tenemos que arriesgar nuestra vida lo menos posible para poder caminar de un lado a otro”

PILAR HERRERO - Presidenta de ONCE Navarra

El delegado de la ONCE, por su lado, ha hecho hincapié en “las cuestiones que por normativa están aprobadas y que en la ejecución se pierden” para referirse a todas las barreras que impiden hacer una vida autónoma en la vía pública. Además, ha valorado el avance positivo en la materia en los últimos treinta años, pero ha reconocido que todavía queda mucho por mejorar.

Estas gafas simulan algunos tipos de discapacidad visual Oskar Montero

Chus Echeverría, técnico de rehabilitación visual, ha remarcado que un entorno más o menos adaptado y accesible determina la rutina de una persona con discapacidad y la forma en la que se relaciona con el resto de la sociedad. Echeverría ha añadido que una correcta pavimentación es imprescindible para que estas personas pueden ir de un lugar a otro de forma segura y eficaz. Al finalizar el acto, varias personas han podido comprobar de primera mano cómo es caminar con antifaz y bastón blanco entre las calles Amaya y Leyre de Pamplona, donde se encuentra uno de los pasos de cebra más problemáticos. “No está pintado de lado a lado, tiene un bordillo peligroso y hay un árbol en medio”. 

“Las bicicletas, los patinetes, los coches, etc, son obstáculos contra los que hay que luchar”

Chus Echeverría - Técnico de rehabilitación visual

Dificultades en las calles y pavimentos

El principal requisito para que una persona invidente se sitúe es, o bien llevar una pared o elemento lateral (como un bordillo) a su lado, o bien seguir una serie de baldosas con diferentes texturas o colores destacados. Por ello, los obstáculos de las vías —papeleras, contenedores y demás— no pueden estar nunca al lado de las fachadas porque no permiten andar en línea recta. “Los obstáculos deben estar alineados en los laterales de la calle, y si son elementos que sobresalen, deben llegar al suelo”.