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93 menores saharauis llegan a Navarra para pasar el verano en familias de acogida: "Les estáis regalando vida"

José Ochoa, presidente de la asociación ANAS, destaca la importancia de sacar a estos niños y niñas de los campamentos de refugiados en los que viven, donde actualmente "comen una vez cada tres días"

Así ha sido la llegada a Navarra de los 93 menores saharauis.Unai Beroiz

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93 menores saharauis han llegado a Navarra este miércoles, en el marco del programa Vacaciones en Paz, para pasar el verano con familias de acogida navarras. Tras un largo viaje desde Tinduf (Argelia), donde están ubicados desde hace 49 años los campamentos de refugiados en los que viven, sobre las 10.30 horas dos autobuses repletos de niños y niñas llegaban al Centro Cívico de Orkoien, donde les esperaban sus familias de acogida.

Algunos, los que nunca habían salido del desierto pedregoso en el que se ven obligados a sobrevivir, bajaban del autobús atónitos ante lo que veían; otros, los repetidores, buscaban con la mirada a sus familiares, ansiosos por el reencuentro. "De los 93 menores, cerca de 30 son nuevos y el resto repiten por segundo o tercer año", ha explicado el presidente de ANAS (Asociación Navarra Amigos del Sáhara), José Ochoa.

ANAS es la asociación encargada de gestionar el programa Vacaciones en Paz, con el que desde hace décadas los menores saharauis pasan los veranos en familias de acogida de todo el Estado.

Su responsable en Navarra, Carol García, viajó la semana pasada hasta los campamentos de refugiados de Tinduf para gestionar todo el papeleo del programa y traer a los niños y niñas, doce de ellos con discapacidad que pasarán el verano en el colegio San Miguel de Orkoien acogidos por ANAS. "Este año ha sido especialmente duro", ha comentado García, tras asegurar que la situación en los campamentos es "cada vez peor".

Carencias por la mala alimentación

En este sentido, Ochoa ha alertado de que en los campamentos de refugiados saharauis las familias están comiendo "una vez cada tres días". "La cesta de la compra que les dan mensualmente les llega para una semana y se les hace muy largo el resto del mes", ha apuntado.

Por ello ha insistido en la importancia de Vacaciones en Paz, porque gracias a este programa los menores "tienen una buena alimentación durante dos meses con sus familias de acogida y tienen revisiones médicas porque entran dentro de nuestras cartillas de la Seguridad Social. Al final vienen con muchas carencias por la mala alimentación".

Otro factor importante es el calor abrasador del desierto: "Ahora estarán allí a más de 50 grados y hay años que se superan los 60. Aquello es lo más inhumano que puede existir, por eso que estos niños y niñas vengan en verano supone regalarles vida. Siempre se lo decimos a las familias: les estáis regalando vida a estos niños".

Además, de forma literal, ya que tal y como ha asegurado el presidente de ANAS, un estudio realizado en los campamentos reflejó que la mortalidad infantil se redujo en un 80% tras la creación del programa Vacaciones en Paz.

Ochoa ha mostrado también su satisfacción por la buena acogida que el programa ha tenido este año, ya que después de la pandemia el número de familias de acogida descendió y en los dos últimos años tan solo pudieron venir alrededor de 60 menores. "Este año son una treintena más y las cifras se parecen más a la de años anteriores a la pandemia, cuando venían en torno a 100 niños y niñas", ha señalado.

Pequeños embajadores

Por su parte, Hamdi Mansur, recién nombrado delegado del Frente Polisario en Navarra, ha querido agradecer a las familias navarras y a ANAS “su incansable labor solidaria con el pueblo saharaui”. “Muchas gracias por acoger a estos niños, que son pequeños embajadores de nuestro pueblo, un pueblo que sigue luchando por su libertad”, ha asegurado.