Los protagonistas de la huelga han sido las personas que forman parte de los numerosos centros educativos de la Comunidad Foral. En su mayoría, profesores y profesoras, pero también alumnos y ciudadanos que apoyan las reivindicaciones. Todos unidos, bajo la representación de los sindicatos que se han reunido en las calles de Pamplona, han exigido a Educación “la posibilidad de educar a los alumnos navarros en condiciones dignas”. 

Jokin Díaz de Cerio es profesor del IES Barañáin. En el centro educativo de la localidad adyacente a Pamplona no dan abasto. “Hay aulas con más de 30 alumnos y cada alumno necesita una educación más individual. Nos vemos sobrepasados. Por un lado, los padres piden una educación especializada para cada alumno, pero, por otro lado, el Gobierno, precisamente, es donde más recorta”. En ese sentido, advirtió que “necesitamos ayuda para cubrir todas las problemáticas que tiene cada alumno. Incluso hay casos en los que, debido a la falta de profesores, se ha dejado de lado cierto perfil del alumnado”, se ha lamentado.

El profesor indicó que “este año las oposiciones para optar a una plaza de profesor en centros públicos han sido mucho más simples y la gente ha aprobado fácilmente. Esto ha generado que mucha gente que ya estaba en la educación se quede fuera”, y ha asegurado, que “si te quedas fuera, puedes no volver a trabajar en 10 años”. No hay comunicación entre los centros educativos y el Gobierno. “Desde los sindicatos nos dicen que nos tratan como enemigos y que la comunicación es nula. Educación tiene que entender que somos nosotros los que queremos que Navarra tenga una educación digna y una futura sociedad formada".

Una situación parecida es la que sufren las profesoras y profesores del Colegio Público Virgen de la Oliva en Carcastillo. Nagore Garza es profesora del centro y pertenece al sindicato Steilas. “En clase casi ni entramos. En Carcastillo tenemos 22 alumnos por aula y, además del poco sitio que tenemos para tanta gente, casi no tenemos mesas para todos. Venimos exigiendo una subida de salario desde hace tiempo, la que nos merecemos. Existe una sobrecarga laboral, sobre todo para los más veteranos. Los mayores de 55 necesitan ayudas externas para reducir el horario laboral, que realmente, es abrumador y satura mucho”.

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Manifestación por la tarde de los docentes navarros Javier Bergasa

Otro de los reclamos en el que ha insistido la profesora es el problema de los contratos temporales y la interinidad. “Yo, como mucha otra gente, el año que viene no sé donde voy a estar, y eso genera una desvinculación con el alumnado que no deja que podamos dar una buena formación, además de una inestabilidad vital de no saber que será de nosotras año tras año”.

Miguel Irurita lleva ya cinco años y medio trabajando de profesor en el IES Mendillorri BHI. “Pedimos las condiciones dignas para poder dar clase a los alumnos. En segundo de Bachillerato, tenemos 27 alumnos, lo que hace que se nos haga imposible Que los alumnos mantengan la concentración. Se nos pide que atendamos a los alumnos de manera más individual y, con tanta gente, nos es imposible porque no llegamos. Hay muchos profesores que nos vamos cambiando de institutos. Llevo 5 años y medio en la educación y no he repetido en ningún centro. Eso imposibilita el seguimiento. Esto no va de superar cursos, sino de dar una formación hacia delante. Entras en septiembre y para noviembre consigues conocer, por encima, a todos los alumnos. Entre las vacaciones y demás, para cuando estás en materia de formar a los chavales, te toca cambiarte de centro”, ha denunciado. El profesor ha admitido “estar contento con la acogida de la huelga, creo que estamos más que el año pasado”, pero cree que “no le han dado la importancia que tienen nuestras exigencias desde el gobierno. Sentimos que nos han tomado por tontos. La huelga no es sólo por nosotros, sino por dar una buena educación a las futuras generaciones de la sociedad navarra”.

Nuria Echarri, docente del CP de Funes, ha señalado que “cada vez hay más burocracia. Tenemos que rellenar más informes, pero tenemos menos horas destinadas a los alumnos. Tenemos que pagarlo con horas extra desde casa y con nuestra salud mental. Nos vamos de los colegios preocupados y sabiendo que no estamos haciendo nuestro trabajo bien porque no nos lo permiten”. Toda esta problemática le ha llevado a reflexionar que, por culpa de tantas trabas, “el nivel de calidad de la educación está bajando mucho y eso va a provocar que el país vaya a peor, porque los alumnos no estarán tan preparados como podrían estarlo”.

Esther Ciaurriz, profesora de Pedagogía Terapéutica en CPEIP Zizur Catalina de Foix, se ha unido a “lo que reivindican los sindicatos, pero lo que más nos importa es la falta de recursos”. La profesora ha lamentado que “se han recortado todos los recursos que tienen que ver con la diversidad” y que “no han recibido ninguna respuesta desde el Departamento de Educación.