Un contingente de voluntarios especializados de Protección Civil de las bases de Milagro, Tudela y Cintruénigo, en total unas 18 personas, han llegado este mediodía a Benetusser para ayudar en lo posible. Los voluntarios navarros tienen una gran relación con Protección Civil de Montcada, suelen acudir al Gran Premio de Cheste y los valencianos devuelven la visita a fiestas de Tudela, y recibieron en esta ocasión un mensaje de para acudir a la emergencia si fuera posible.

José María Cambra, de Protección Civil Milagro, es uno de los que se ha desplazado allí hasta el domingo. Informaron a SOS Navarra y han viajado en la noche del viernes cargados con motobombas, bombas eléctricas, mangueras, cisternas, palas, cepillos.... "Todo lo que sea necesario para achicar agua establecer zonas de seguridad, para marcar por ejemplo alcantarillas y zonas con generadores y motobombas...".

Protección Civil de Milagro, con bomberos, en la zona cero.

Han llegado desde Montcada con otra veintena de vehículos de Protección Civil de diversos puntos del Estado y lo que se han encontrado ha sido dantesco. "Hay muchas casas que están a punto de caer, gente mayor sola en su casa y que no puede ni salir ni tiene de nada, parkings subterráneos que están llenos de agua y de barro. Estamos trabajando en la calle San Roque, aquí hay un parking de un edificio con varios millones de litros de agua dentro. Hoy hemos sacado entre 600 y 700 mil litros, pero casi ni se nota. Dentro hay 40 vehículos y la salida está obstruida por dos coches. Cuando se pueda entrar ahí, no sé qué nos vamos a encontrar. Pero en donde están trabajando los compañeros de Tudela es por ejemplo otro parking que en ese caso es de tres alturas. En otra calle que cruza hay una fila de coches unos sobre otros, una torre que puede alcanzar 7 metros de altura. Todos los vecinos de esa calle no pueden salir de allí. De hecho hay sanitarios de guardia en esa zona por si hubiera algún tipo de urgencia médica".

En el viaje, Cambra y sus compañeros hablaban de que después de haber estado en inundaciones en Cortes, San Adrián, Tafalla y Olite, pensaban que había situaciones que ya no les podían sorprender. Pero "esto que ha ocurrido en Valencia es multiplicar por mil todo aquello. Es increíble. Y la gente se rompe al verte y al hablar con ellos. Al entrar al pueblo nos veían y nos decían gracias, navarricos. Ha sido muy emocionante. Hemos ayudado a un comerciante a levantar la persiana de su local y nos ha traído la bebida que necesitáramos. La gente llora y se emociona mucho".

Un voluntario navarro trata de limpiar una calle en Benetusser.

Además del achique de agua, de abrir casas y locales y de llevar incluso comida envasada a gente mayor y muy necesitada, los voluntarios navarros tratan de despejar el acceso para los vehículos de emergencias. "Hemos quitado amasijos de hierro y chatarra para que pudieran entrar los bomberos. Una mujer nos ha contado que su vecino la subió a su casa, al segundo piso, por una escalera de hierro y que en el propio lance se cayeron los dos, que arrastró la escalera. No sabían nadar, pero encontraron algún refugio y se salvaron. Las penurias que nos cuentan son increíbles".