El pasado sábado a las 8.00 horas, Jesús Manero tomaba café en un bar de Azagra al mismo tiempo que en televisión emitían imágenes de los bomberos en pueblos de Valencia achicando agua, con bombas inadecuadas para la magnitud de lo ocurrido. "En ese momento pensé que tenía que hacer algo, no podía quedarme quieto. Los agricultores estamos acostumbrados a sacar agua y disponemos de bombas de gran tamaño para ello", ha recordado este agricultor de 47 años, que cultiva hortaliza, fruta y vid.
Escribió en los grupos de WhatsApp para intentar animar a agricultores y ganaderos de viajar hasta Valencia con tractores y bombas para colaborar en estas labores de limpieza. "Recibí respuesta de dos compañeros", ha relatado. Unai Artazcoz, ganadero de la zona norte, e Inés Llorente, agricultora de hortalizas de Rincón de Soto.
Estaban dispuestos a llevar tres tractores con sus respectivas bombas para el agua, pero necesitaban un camión para transportarlos hasta el lugar de destino.
Un transportista de Azagra se ofreció a realizar el viaje, aunque para ello tuvo que descargar la paquetería que tenía preparada para llevar a Barcelona. "Colocamos los tres tractores y a las cuatro de la tarde salimos dirección Valencia", ha relatado.
Contacto con Unaspi
Jesús Manero forma parte de la Asociación de Ganaderos y Agricultores Independientes de Navarra (AGAIN) y a su vez este colectivo mantiene contacto con la Unión Nacional de Asociaciones del Sector Primario Independientes (Unaspi).
Manero llamó a una responsable de Unaspi que estaba coordinando los destinos de los tractores que llegaban a la Comunidad Valenciana de otros puntos de España, como Navarra. "Nos mandaron a Aldaia", ha comentado. Esta localidad se encuentra a diez kilómetros de la capital, y allí se ubica el centro comercial Bonaire, inundado por la gota fría.
A las 6.00 horas del domingo descargaron los tractores del tráiler y dedicaron todo el día hasta las 17.00 horas a sacar agua de garajes y mercados. "A la tarde nos enviaron aviso de alerta rojo por lluvias y tuvimos que dejar de trabajar", ha contado Jesús.
En el colegio
Jesús, Unai e Inés se han alojado en el colegio de la localidad, junto a otras personas que no conocen y les une la solidaridad de ayudar. "Hemos cenado y desayunado con bomberos de Madrid, que se han desplazado hasta aquí en sus días de libranza, y con unas jóvenes de Huelva", ha indicado.
En esta localidad, de más de 32.000 habitantes, se han juntado voluntarios procedentes de distintos puntos de la geografía española. "La UME apareció el domingo", ha dicho este agricultor.
Aldaia se ha convertido en un pueblo sin servicios: "No hay comercios ni bares en los que puedas tomarte un café. La gente sale con termos para repartir a las personas que están limpiando las calles", ha manifestado.
El agua ha acabado con todo, "una calle inaugurada hace dos meses ha quedado sin las farolas del alumbrado y ha desaparecido una estatua de cuatro toneladas que se había instalado", ha puesto un ejemplo Jesús, después de que así se lo haya contado personal municipal de Aldaia.
Ya portan mascarillas y guantes porque están en contacto con el agua que lleva varios días estancada. "La higiene es fundamental. Ahora nos han ubicado en las piscinas, que disponen de agua, aunque la luz se suele ir", ha apuntado.
Han llorado
Este lunes los voluntarios han comido paella y costillas en un parque de Aldaia, donde han coincidido con una irlandesa, con orígenes en la localidad. "Nos hemos emocionado con su testimonio", ha rememorado.
Tanto Jesús como sus dos compañeros también se acuerdan de los agricultores y ganaderos de Valencia, cuyas fincas y animales han sido perjudicados por la DANA. "Las ganaderías se han quedado sin forraje, y AGAIN va a intentar recaudar dinero para comprar paja y poder enviarla a estos profesionales", ha remarcado. Este es otro problema, "pero como siempre del sector primario no se acuerdan", ha reiterado.
Jesús tiene claro que "las políticas europeas no dejan limpiar ríos y barrancos, y por ese motivo, el agua sale del cauce por el que tiene que ir".
Ya han concluido su labor en Aldaia y este martes conducirán sus tractores hasta Paiporta -a ocho kilómetros- para continuar con su tarea de achicar agua. "No sabemos cuándo vamos a regresar: aquí hay mucho trabajo por realizar", ha terminado su relato.