Un caso sobre terapia endoscópica de vacío presentado por enfermeras del Hospital Universitario de Navarra (HUN) ha obtenido el Premio a la Mejor Comunicación Innovadora en el 15 Congreso de Enfermería en Endoscopia Digestiva, celebrado en Zaragoza.

El trabajo, realizado por un equipo de la Unidad de Enfermería de Endoscopia del HUN, aborda el tratamiento del Síndrome de Boerhaave con terapia endoscópica de vacío. Sus autoras son las enfermeras Virginia Grimaldi Tirado, Mª del Carmen Cuevas Iroz, Rebeca Celay Leoz, Beatriz Labarta Herrera, Mª del Mar San Martín Zabaleta y Jaione Oiz Arangoa.

Bajo el lema: “Apostando por la Humanización e Innovación en Endoscopia Digestiva”, el encuentro organizado por la Asociación Española de Enfermería en Endoscopia Digestiva (AEEED) se ha celebrado en la capital aragonesa los días 15 y 16 de noviembre con más de 400 asistentes.

DISPOSITIVO UTILIZADO POR PRIMERA EN EL HUN

El caso clínico presentado se refiere a un paciente que, “como consecuencia del Síndrome de Boerhaave, presentaba una perforación esofágica severa, que resultaba imposible abordar de manera quirúrgica, por lo que se planteó como única opción la terapia endoscópica de vacío”, explica Virginia Grimaldi, jefa de Unidad de Enfermería de Endoscopia del HUN.

Dicha terapia se llevó a cabo mediante la prótesis tipo stent con esponja de vacío, “un dispositivo novedoso y utilizado por primera vez en el HUN, gracias al que conseguimos un cierre total de la fístula y la curación completa del paciente”, concreta la jefa de Unidad.

Como se detalla en el resumen de la comunicación premiada, “la terapia endoscópica de vacío es una técnica que favorece el cierre de los defectos del tracto gastrointestinal como fistulas, dehiscencias, perforaciones y otros defectos transmurales. Consiste en la aplicación intracavitaria o intraluminal de presión negativa continua. Es un sistema no invasivo y dinámico que ayuda a promover la cicatrización mediante la aplicación de presión negativa, favoreciendo la reducción de la herida, eliminando el exceso de fluidos y estimulando el tejido de granulación”.

En este caso clínico se utilizó para dicha terapia endoscópica de vacío una esponja esofágica, “que logró disminuir el débito del drenaje, al tiempo que mejoró y aceleró el crecimiento tisular de la fístula”, tal como se indica en las conclusiones.

Para sus autoras, “lo mejor del caso y el verdadero premio ha sido que gracias a esta terapia hemos conseguido salvar la vida de este paciente y además con una buena calidad, ya que en la actualidad está realizando una vida prácticamente normal”, concluye Virginia Grimaldi.