Más de 1.500 juguetes comprados en La Morea y Leclerc; 250 litros de chocolate a la taza; más de 1.000 bizcochos y dulces de Pastas Beatriz y Layana; un grupo musical, payasos y tres moteros de Reyno Navarra Charter vestidos de Papá Noel. La asociación Ayuda IN quiere llegar a Valencia por todo lo alto, con una auténtica fiesta para combatir la tristeza y la catástrofe en estas fechas tan señaladas. Hace un mes, tras finalizar un primer proyecto solidario en la comunidad valenciana, la asociación quiso volcarse de nuevo con Massanassa y Alfafar, con el objetivo de realizar una fiesta solidaria para los más pequeños.

Alrededor de 30 voluntarios –entre ellos, hosteleros y trabajadores de los centro comercial La Morea– han trabajado durante más de doce horas diarias con el objetivo de poner en marcha este proyecto que devolverá la ilusión a muchos de los niños y niñas de las localidades. Por unas fiestas en las que devolver la luz a Valencia.

El IES Mendillorri vende boletos para ayudar a un colegio en Benetússer

Alumnas del IES Mendillorri venden boletos en el centro. Patxi Cascante

Las APYMAS del IES Mendillorri –Urmendi y Bategin han puesto en marcha el proyecto solidario Menditusser, que tiene como objetivo recaudar fondos para el IES María Carbonell y Sánchez de Benetússer (Valencia), centro que se vio gravemente afectado por la DANA y que, desde entonces, no ha podido reanudar sus clases presenciales. Conscientes de esta situación, las familias, profesores y alumnos del centro navarro han unido sus fuerzas para ayudar en la compra de equipamiento esencial.

De esta manera, a través de un sorteo solidario, que tendrá lugar el próximo 10 de enero y con el que se estima vender hasta 10.000 boletos al precio de un euro. Con respecto a los premios, están valorados en 600 euros y se encuentran financiados por las APYMAS Urmendi y Bategin. Entre ellos destacan una camiseta firmada por los jugadores de Osasuna, experiencias gastronómicas, sesiones de masaje relajante y otros regalos ofrecidos por empresas colaboradoras.

El proyecto Menditússer se ha diseñado para facilitar la captación de hasta 10.000€ con el apoyo de toda la comunidad educativa del IES Mendillorri BHI, mediante la organización de un sorteo. Sin embargo, como no se sabe de cuánto será la recaudación, el centro de Mendillorri le ha solicitado a la AMPA del IES Benetússer una relación de material o equipamiento necesario para la vuelta a la normalidad, desagregado en paquetes de 2.000€, aproximadamente. En estos momentos, el IES valenciano está centrado en las labores de vuelta a la actividad educativa presencial, de manera que todavía no ha podido concretar cuál será el destino de la ayuda. Con todo, se espera que pueda responder a lo largo del mes de diciembre. Mientras tanto, se enviará dinero por tramos de 2.000 en 2.000 euros, por lo que, su la campaña solidaria se queda en 4.000 €, el presupuesto y contenido propuesto desde Valencia se puede hacer realidad hasta esa meta.

Para la venta de los boletos, se distribuirá un taco con 25 tickets al alumnado, profesorado, familias y profesionales del centro.

Asimismo, en el caso de que alguien no quiera colaborar en la venta de boletos y prefiera realizar una donación en metálico, también se habilitará esta opción. Por otro lado, en los números de cuenta de Bategin y Urmendi se podrán hacer donaciones mediante transferencia.

El IES Mendillorri lleva buscando la manera de colaborar con la DANA desde que ocurrió la catástrofe; de manera que buscaron la manera de colaborar con un centro que fuera parejo a sus condiciones; es decir, que formara parte de la red pública y que impartiera clases en castellano y en su idioma propio (valenciano). Tras contarles esta propuesta a la AMPA del instituto valenciano, la comunidad educativa de Mendillorri avisó a todos los delegados de cada uno de los cursos para que comentaran la propuesta solidaria con el objetivo de que hicieran de altavoces para sus compañeros. “Creemos que ha cuajado muy bien esta idea porque ha habido clases que han pensado en comprar conjuntamente un taco de boletos y luego repartirse el premio entre todos”, cuenta Augusto, padre del centro.

Tres voluntarios navarros llevarán 20 bicicletas a Aldaia

Algunos de los vehículos que se van a llevar a Valencia.

A principios de noviembre, Sebastián López y Aritz Franco partieron hasta Alfafar y Pueblo Nuevo con dos furgonetas cargadas con agua, lejía, cubos, pañales, palas y alimentos para distribuir entre las poblaciones afectadas por la DANA. Sin embargo, el viaje no quedó ahí. “Parecía un paisaje de guerra. Todo estaba destruido; había casas caídas, unos coches encima de otros, toneladas de barro... A mí me dejó bastante tocado. Cuando volvimos, yo sentí una pena inmensa porque nuestra ayuda no era suficiente”, relata Sebastián. Fue en ese entonces cuando le volvió a nacer la idea de regresar a Valencia; en este caso, ofreciendo otro tipo de productos para subsanar otras necesidades. “Así no me puedo quedar. Yo estoy en la comodidad de mi casa, mientras que los valencianos están sobreviviendo a una catástrofe”. Así que se puso manos a la obra. Una vez más, su primo Aritz se animó a colaborar en esta acción solidaria y convencieron a su amigos Sergio Hernández para emprender el viaje.

“Pensé que habría mucha gente necesitada de algún medio de transporte para continuar su vida porque, a pesar de todo, tienen que seguir trabajando”. De esta forma, entre los cuatro dieron con la posibilidad de recoger bicicletas para llevar y distribuir en Aldaia. “Hemos querido no focalizar toda la ayuda en un mismo sitio, ya que la DANA ha afectado en muchas localidades”, comenta. Para que este nuevo proyecto sea plausible, los cuatro contactaron con Juan Garde, el dueño de la empresa Cycla, quien se ofreció a recoger las bicicletas donadas y a destinar dos vehículos para el transporte. Hasta la fecha, se han donado 20 bicicletas. “Nos parece que es un buen número, pero sí que hemos notado que la gente está cada vez menos sensibilizada con lo que pasó en Valencia y no se han volcado tanto como la vez pasada, aunque también entendemos que estamos exigiendo una donación mayor”, reflexiona. Con todo, también les han ofrecido dinero para cubrir los gastos del viaje. “De hecho, nos sobran 165 € que irán destinados a alguna familia de Aldaia que lo necesite. Nos gustaría poder ofrecer más, pero por ahora tendrá que ser eso”, sostiene apenado.

En ese sentido, Sebastián todavía guarda la esperanza de que, durante esta semana, se anime cada vez más gente a donar su bicicleta. “Todavía hay tiempo hasta el viernes, que es cuando cargaremos los vehículos en las furgonetas”. El sábado, cuando lleguen a Aldaia, contactarán con una vecina de allí que les llevará hasta un almacén donde depositar las bicicletas. “Luego ellos se encargarán de llevárselo a las personas que las tengan que utilizar para ir a trabajar”, apunta.

Sebastián se ha prometido a sí mismo que no va a parar hasta que las cosas en Valencia mejorar notablemente. Por eso, aunque todavía no se ha dado por concluido este reparto de bicicletas, ya tiene en mente que, de cara al próximo viaje, tratará de reconstruir la casa de una conocida de 91 años que se vio afectada por la catástrofe. “En concreto, nos gustaría volver a pintar los murales que antes tenía dibujados porque se los había hecho su marido y eran recuerdos de ambos”.

Envío especial a Massanassa y Catarroja por Navidad

El equipo de voluntarios que ha trabajado para el envío de regalos.

 Koko Carbonell y su amigo Víctor Urgal no pudieron quedarse con las manos quietas cuando vieron en la noticias qué estaba ocurriendo en Valencia, así que en noviembre realizaron una recolecta masiva de productos de primera necesidad a través de los locales de San Juan Xar, la sala Alegrías de Burlada y una oficina ubicada en la calle Iturrama y, con las donaciones, pusieron rumbo a Massanassa y Catarroja, municipios que se vieron gravemente afectados por la DANA. Asimismo, Víctor y Koko compraron 20 hornillos, 60 bombonas de gas y 10 microondas con los 1.300 euros que habían recaudado.

Por otro lado, una de las cuatro furgonetas que viajó hasta Valencia iba cargada con material escolar para los centros de Vil·la Romana y Bertomeu Llorens i Royo. Fue entonces cuando empezó a florecer la semilla del hermanamiento entre Navarra y Valencia. “Todo lo que vimos era tan devastador que teníamos muy claro que no podía quedarse en cuatro furgonetas cargadas de cosas y un fin de semana limpiando garajes, bajos y locales. Pensamos en cómo llevar el buen rollo y el cariño con el que nos habían tratado”, cuenta Koko.

Así que, con la Navidad a la vuelta de la esquina, encontraron la excusa perfecta para regresas a Valencia y llevar un poco de luz y de esperanza a “unos verdaderos héroes que, a pesar de todo, siguen manteniendo el brillo en los ojos”. Los dos amigos le propusieron a las ikastolas Amaiur, Hegoalde, los ayuntamientos de Urriza y Latasa, el grupo de baile Alegrías de Burlada el local vecinal San Juan Xar, quienes ya habían colaborado en el anterior proyecto solidario realizar un nuevo viaje en el que llevar juguetes y cartas para los alumnos y alumnas de los dos colegios valencianos. “Pero queríamos que fuera algo más individual. Cada niño le va a escribir algo personalizado para su compañero de Valencia y le mandará un regalo. En total, van a participar 400 chicos y chicas. Hay que enseñarles que Pamplona está con ellos en estos momentos tan duros”, señala.

De esta manera, viajarán el viernes de madrugada con el objetivo de llegar al centro que todavía sigue abierto (y que acoge a los alumnos del otro colegio) y repartirán los presentes y las felicitaciones para que se lleven una sorpresa y vuelvan a casa con un poco de ilusión. “Me parece que lo más importante es que no les dejemos que pierdan la esperanza y la alegría. Por eso, tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos. Ellos son los héroes, nosotros solo ayudamos”, concluye.

El Azucarillo Solidario, un proyecto para endulzar la situación en Paiporta

Los azucarillos.

Los azucarillos.

La solidaridad está en todo, hasta en las cosas más pequeñas. El Azucarillo Solidario es una fundación de Noáin que a través de los sobrecitos de azúcar pretende conseguir financiación y dar visibilidad a diversos proyectos solidarios desarrollados por distintas ONGs. De manera que, a través de un gesto tan ordinario como tomar un café, es posible recaudar fondos para proyectos solidarios. En esta ocasión, visto lo que sucedió en Valencia, quisieron dirigir toda su fuerza hacia la localidad de Paiporta, la zona cero de la DANA.

En primera instancia, enviaron una primera donación de 3.000 euros brutos dirigidos directamente al Ayuntamiento de Paiporta para que lo utilizara en las labores de limpieza y reconstrucción. Por otro lado, con la colaboración de Cafés Miñana, distribuyeron tres millones de azucarillos en bares, restaurantes y hoteles de la comunidad valenciana y provincias limítrofes. Cada azucarillo cuenta con un código QR para que, el consumidor efectúe una donación a través de la plataforma creada para esto.

Desde que se puso en marcha esta campaña –de sensibilización para los consumidores–, llevan 9.000 euros recaudados y esperan que la recolecta “siga subiendo porque la situación de Paiporta es muy crítica y hay que ayudar todo lo que se pueda. Además, con nuestra propuesta estamos haciendo que la gente que se está tomando un café tranquilamente, se percate del código y se decante por colaborar por una causa que es muy importante”, señala Fermín Goñi, secretario de la Fundación.