La violencia machista se ha consolidado en los últimos años como el tercer tipo penal que más reclusos mantiene en las cárceles, por detrás de los delitos contra el patrimonio y los de drogas. La violencia no es solo que impregne todas las capas sociales y se ejerza de manera estructural, sino que además tiene múltiples formas de ejecución, más allá de la propia violencia física.

Sin ir más lejos, en las últimas semanas en Pamplona ha sido condenado a seis meses de cárcel un vecino de Tudela que envió mensajes de audio insultantes y amenazantes a su pareja con el fin de humillarla y desasosegarla. Otro hombre, en este caso vecino de la Barranca de 38 años, también ha sido condenado a 2 años de prisión por amenazar de manera reiterada a su pareja, a quien en una ocasión propinó un puñetazo en el brazo derecho.

Por último, en otro ejemplo reciente, un vecino de 37 años de la Merindad de Sangüesa ha sido condenado a 21 meses de prisión por maltratar psicológicamente a su pareja durante los seis años de convivencia. Habían sido pareja desde 2015 y desde el comienzo de la convivencia comenzaron las primeras conductas de control del acusado. De manera frecuente le revisaba el móvil, le pedía explicaciones de conversaciones que tenía. Con todo tipo de excusas, el hombre conseguía hacerse con la clave del teléfono. Estas conductas se intensificaron cuando la pareja se trasladó a la comarca de Pamplona.

Se trata de tres conductas que visibilizan los distintos contextos de violencia machista, dónde y cómo se ejerce y el recorrido que finalmente han tenido las denuncias que presentaron las víctimas y que han terminado en una sentencia. Como delito que evidencia un alza en las estadísticas, “porque cada vez se denuncia más, eso es seguro”, insisten las especialistas que tratan a víctimas, la presencia de reclusos que se encuentran en prisión por esta tipología también ha ido en ascenso en las últimas fechas.

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Mensajes en la concentración del Ayuntamiento de Pamplona por el 25N Patxi Cascante

Así, según refleja la Delegación del Gobierno especializada en violencia ejercida sobre la mujer, hasta 109 reclusos de la cárcel de Pamplona se encuentran en la misma recluidos por ser condenados por delitos de este tipo. Otro tipología en ascenso es la de quebrantamiento de medidas cautelares, que consiste en no respetar las órdenes de alejamiento impuestas en los juzgados sobre las víctimas o saltarse también la prohibición de establecer comunicación con la pareja denunciante. Las condenas de prisión por delitos machistas llevan aparejadas también medidas en este sentido que en caso de no respetarlas acaban en mayores condenas de cárcel para los agresores. En total, en el Estado español, hay 7.845 internos en prisión por violencia machista, con lo que los reclusos en la Comunidad Foral suponen el 1,4% del total.

En caso de no resultar encarcelado, los juzgados de violencia especializados también suelen utilizar otras medidas para evitar una reiteración delictiva, como es la imposición de pulseras electrónicas a los agresores para la protección de las víctimas. Se trata de una medida gravosa, que se adopta en casos en los que ya se ha observado una violencia importante en el contexto de la pareja y tanto la Policía como jueces observan un nivel de riesgo eleveado. La imposición del dispositivo electrónico supone no solo una limitación de movimientos también para ellas, puesto que necesitan disponer del mecanismo de recepción de la señal para comprobar si el agresor viola el alejamiento que tiene impuesto.

Ahora mismo en la Comunidad Foral hay un total de 80 pulseras impuestas a maltratadores, una cifra que suele ser la media habitual en Navarra. Pese a tratarse de una comunidad con unas cifras pequeñas de población, los datos de violencia machista resultan de los más altos de todo el Estado, gran parte debido a la gran sensibilidad al respecto.

LAS CLAVES

Sistema Viogén. El Sistema de Seguimiento Integral en los Casos de Violencia de Género (Sistema VioGén), dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, pretende alcanzar los siguientes objetivos:

- Aglutinar a las diferentes instituciones públicas que tienen competencias en materia

de violencia de género.

- Integrar toda la información de interés que se estime necesaria.- Realizar valoraciones policiales del riesgo 1.

- Atendiendo al nivel de riesgo 2, realizar seguimiento y protección a las víctimas en todo el territorio.

- Proporcionar a la víctima un Plan de Seguridad Personalizado con medidas de autoprotección.

- Efectuar una labor preventiva, emitiendo Notificaciones Automatizadas, cuando se detecte alguna incidencia o acontecimiento que pueda poner en peligro la integridad de la víctima.

- Buscando, finalmente, establecer una tupida red que permita el seguimiento y protección de forma rápida, integral y efectiva de las mujeres maltratadas, y de los menores que de ella dependan, en cualquier parte del territorio nacional.

Caso de violencia de género.

El concepto de “Caso de violencia de género” es muy similar al de “víctima de violencia de género”, aunque no es idéntico. Un Caso contiene toda la información que relaciona a una víctima con un único agresor, incluyendo tantas denuncias (de la víctima, de tercero o de oficio) como se hayan registrado. Igualmente, si una mujer, a lo largo del tiempo, es víctima de violencia de género con más de un agresor, hablaremos de un Caso distinto por cada uno de ellos.