Los abusos contra los derechos humanos, la discriminación de las minorías y de las mujeres y la violencia son, tristemente, una realidad que persiste en este 2025 y que se ven agravada ante el ascenso del extremismo de extrema derecha y la proliferación de los discursos de odio. Por esta razón, las ONGD navarras reivindican el papel de la cooperación para hacer frente a la discordia y la desconfianza que la discriminación provoca en comunidades y países enteros.
“Ante las situaciones de desigualdad e injusticia debemos defender la cooperación internacional para el desarrollo, que no es otra cosa que un instrumento de solidaridad entre pueblos y gobiernos”, defiende la , que incide en que la cooperación internacional “es un compromiso político y social, una obligación en materia de derechos humanos”. En Navarra, esa acción solidaria, como en la mayoría de comunidades, se realiza a través de las 48 ONGD presentes en la Comunidad Foral, que el año pasado desarrollaron más de 150 proyectos en 54 países. Según señala la coordinadora, los lugares en los que han estado más presentes las organizaciones han sido Centroamérica (Guatemala, El Salvador), Sudamérica (Perú y Bolivia), Asia (Palestina e India) y África (R.D. Congo, Mozambique, campamentos de refugiados saharauis y Senegal).
De cara a este nuevo año, la coordinadora reconoce que hay “muchos desafíos” encima de la mesa, pero apunta, principalmente, a “recuperar el discurso de la solidaridad frente a los discursos de odio que van calando cada vez más en la sociedad”. “Nos enfrentamos a nivel global al incremento de las migraciones forzosas, a guerras olvidadas y actuales, al incremento de las crisis humanitarias y de la desigualdad, al cambio climático que condiciona el futuro pero también tiene efectos terribles en la actualidad, a nuevos fascismos, etc. en definitiva nos estamos enfrentando a la violación sistemática de los derechos humanos”, subraya la entidad.
Ante ello, propone una política de cooperación de primer nivel, que recoja enfoques prioritarios como el de los derechos humanos, el feminista, el ecologista, el universalista, de ciudadanía global. Asimismo, las ONGD detallan que el Ejecutivo foral ha consolidado la propuesta de acciones de ayuda humanitaria a través de la ONU (UNICEF, UNRWA, ACNUR). “Este trabajo se traduce en más de 2 millones de personas a las que llega el trabajo de cooperación, que se llevan a cabo gracias a la implicación de Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona y muchas entidades locales”, sentencia la coordinadora.
Fortalecer la agricultura ecológica en RD Congo
Onay, Organización Navarra para Ayuda entre los pueblos, ha participado en un proyecto de agricultura local en República Democrática del Congo. En concreto, la ONG ha trabajado en el fortalecimiento de la agricultura ecológica local y de asociaciones agrícolas con enfoque de género en Kinshasa, Mbanza-Ngungu y Kakulabashike (RD Congo).
Seguridad alimentaria con enfoque de género en Bolivia
Uno de los proyectos de cooperación que llevó a cabo la Fundación TAU el año pasado se centró en mejorar la seguridad alimentaria en Bolivia. En concreto, la ONG trabajó en la construcción de medios resilientes para garantizar la seguridad alimentaria y proteger el medio ambiente desde un enfoque de género en el municipio de San Ignacio de Velasco (Bolivia).
Casas comunitarias para combatir la malnutrición en Ruanda
La ONG Medicus Mundi ha desarrollado durante 2024 un proyecto de casas comunitarias en Ruanda para luchar contra la malnutrición en la zona de influencia del hospital Nemba, en la localidad de Gakenke. Se trata de un programa de salud integral y desarrollo inclusivo, con especial atención para las mujeres y la infancia, a la vez que se cuida el medio ambiente.
Cuidar la salud de las mujeres en Guatemala
La ONG Oxfam Intermon ha realizado parte de su actividad en Guatemala, con diferentes iniciativas para mejorar la salud de las mujeres. En concreto, en Chinautla se han llevado a cabo jornadas sobre salud y se han realizado revisiones médicas a mujeres. Asimismo, en El Salvador la ONG ha desarrollado varios talleres de formación para jóvenes activistas medioambientales.
Resiliencia al cambio climático en la India rural

La Fundación Vicente Ferrer participó durante el pasado año en la construcción de comunidades rurales resilientes al cambio climático en India. En concreto, la ONG dio cobertura en el desarrollo de medios de vida agrícolas sostenibles en la microcuenca de Jambugumpala y Nizavalli, en la región de Anantapur.
Municipios verdes para mejorar la calidad de vida de Nicaragua
La Fundación Felipe Rinaldi trabajó este pasado año en la mejora de la calidad de vida de la población más vulnerable de Matagalpa (Nicaragua), con el desarrollo de municipios verdes. Se trata de un enfoque pionero que fomenta un modelo de vida en estas localidades basado en valores bioculturales, de igualdad de género y de respeto de los derechos humanos.