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El INAI destaca que el agresor sexual no es un inadaptado, sino alguien plenamente integrado

La directora gerente Patricia Abad ha presentado en comisión parlamentaria el I Estudio sobre Violencia Sexual contra las Mujeres Jóvenes en Navarra

Fotos de la comisión Comisión de Presidencia e Igualdad con la directora gerente del INAI, Patricia AbadIban Aguinaga

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El agresor sexual no es en la mayoría de los casos un inadaptado, sino alguien "plenamente integrado" en la sociedad y generalmente es un conocido de la víctima, ha explicado la directora gerente del Instituto Navarro para la Igualdad/Nafarroako Berdintasunerako Institutua (INAI/NABI), Patricia Abad.

Abad ha presentado en comisión parlamentaria el I Estudio sobre Violencia Sexual contra las Mujeres Jóvenes en Navarra, que señala que los agresores son personas conocidas y cercanas (familiares, parejas, amistades, compañeros de trabajo).

La situación del "agresor desconocido que me asalta por la calle" es "excepcional y mínima" en cuanto a la prevalencia, ha dicho Abad, quien ha aseverado que el aumento de denuncias de violencia sexual "es inasumible y va a continuar siéndolo durante mucho tiempo".

La media de edad del agresor, de 30 a 49 años

El estudio revela que la media de edad del agresor se sitúa en los 30-49 años (el 38,9 % de los agresores durante la serie 2018-2022). La violencia sexual, según recoge la investigación, se lleva a cabo en todos los espacios, pero, sobre todo, en las familias y en aquellos espacios denominados 'de ocio'.

En la información desagregada, destacan como principales víctimas de casos de violencia sexual las mujeres menores de 17 años y aquellas que tienen entre 18 y 29.

Destaca el número de violencias sexuales detectadas en Pamplona y su Comarca, seguidas de Tudela y la Ribera Alta, datos en consonancia con la densidad de población que presentan estas dos zonas en el territorio navarro.

La violencia sexual no es algo aislado

Abad ha comentado que este estudio ha tenido el objetivo de obtener conclusiones para adaptar la forma de actuar contra este problema y también "romper la construcción estructural que hay en torno a la violencia sexual", compuesta de aspectos como "la silenciación de las víctimas, la culpa, la vergüenza".

Ha destacado la necesidad de ubicar la violencia sexual "no de forma aislada, sino en el marco de una ideología machista, sexista, patriarcal", especialmente en un momento en el que hay discursos negacionistas del problema o procesos de "involución reaccionaria".

Los grupos valoran la elaboración del informe

La parlamentaria Blanca Regúlez, de Geroa Bai, ha asegurado que ésta es "una manifestación de la violencia contra las mujeres claramente estructural" y ha destacado que el estudio pone de manifiesto cómo este tipo de violencia "es la máxima expresión en el terror" de las mujeres, que establecen para protegerse una serie de límites en su libertad que les coloca en "desventaja de derechos" respecto a los hombres.

La socialista Olga Chueca ha declarado que los datos que se conocen (sólo un 11% de los casos se denuncian) son "la punta del iceberg" y ha considerado que son necesarias campañas de sensibilización sobre los diferentes tipos de violencia sexual que se producen a través de las redes, así como incrementar la prevención y la formación sobre este problema.

Irati Jiménez, de EH Bildu, quien ha asegurado que también hay machismo en el Parlamento de Navarra, ha valorado el informe, porque "desmonta" el perfil del agresor desconocido y se centra también en el consentimiento, una visión importante porque "nuestros límites no se respetan igual que los de los hombres".

Por su parte, Maribel García Malo, del PP, ha resaltado que "es indudable la escalada de denuncias de violencia hacia las mujeres en Navarra" y ha indicado que "una mayor concienciación no puede ser la única justificación en este incremento". Ha valorado la elaboración de este estudio y que el mismo se haya centrado en las jóvenes, ya que el 70% de las denuncias del año pasado fueron de mujeres de menos de 30 años.

Desde Contigo-Zurekin, Miguel Garrido ha manifestado que "tratamos de pensar que los hombres normales no formamos parte del problema" y por ello se tiende a creer que los agresores son hombres "desequilibrados o malvados". Ha hecho una apelación a que "revisemos la masculinidad y rechacemos la parte tóxica" de la misma.

Isabel Olave, de UPN, ha señalado que este informe "nos da una de las fotos que ofrecemos como sociedad, y no salimos bien retratados precisamente" y también revela que con las políticas del Gobierno de Navarra "no mejoran los datos de las violencias sexuales".