Las plazas de Pediatría sin cubrir en Atención Primaria se mantienen en Navarra en el 15,2%, un porcentaje similar al que se registraba en 2018 y que sitúa a la Comunidad Foral entre las cinco CCAA con menor déficit de pediatras.

Así se recoge en un informe elaborado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), que refleja que el déficit de facultativos de Pediatría en el conjunto del Estado asciende al 32%, es decir, una de cada tres plazas no está cubierta.

Esta situación, ha expuesto la asociación, provoca que a nivel estatal más de 1,9 millones de menores de 14 años no tengan este especialista de referencia en su centro de salud y, de ellos, más de 600.000 no tienen ni siquiera un médico asignado en este nivel asistencial.

Plazas de Pediatría sin cubrir:

  • Castilla-La Mancha 57,30%
  • Andalucía 42,90%
  • Comunidad Valenciana 44%
  • Baleares 41,70%
  • Murcia 37,80%
  • Canarias 37,30%
  • Cataluña 35%
  • Media estatal 32%
  • Madrid 32%
  • Extremadura 29%
  • CAV 15,20%
  • Navarra 15,20%
  • Galicia 14,90%
  • Castilla y León 13,30%
  • La Rioja 12,00%
  • Asturias 10,50%
  • Aragón 8,60%
  • Cantabria 2,50%


Entre los motivos, ha argumentado el presidente de la AEPap, Pedro Gorrotxategi, está la sobrecarga que atenaza a estos profesionales pero, sobre todo, la creación cada vez mayor de plazas en hospitales en detrimento de los centros de salud, que se han quedado estancadas, cuando “las necesidades de los niños están en Atención Primaria”.

Castilla-La Mancha, la que más déficit acusa

Los datos actualizados constatan un empeoramiento de la situación desde 2018, cuando el porcentaje de plazas no ocupadas por especialistas en Pediatría ascendían a 1.729, el 26%, aunque con enormes diferencias entre comunidades. En 2024 representaban el 32%, es decir, 2.130.

Por comunidades, se reproduce la enorme brecha de entonces, aunque muchas han variado su situación. Castilla-La Mancha presenta el peor porcentaje, al pasar del 41,3% de 2018 al 57,3%; le sigue Andalucía, donde ha subido del 29,48% al 42,9%; la Comunidad Valenciana (del 28,9% al 44%, aunque sus datos están incompletos); Baleares, que lo ha reducido al 41,7%; Murcia, que empeora con un 37,8 frente al 29,6% de siete años atrás; Canarias, que escala del 30,2% al 37,3%; y Cataluña, que lo hace del 28,3% al 35%.

Igual o por debajo de la media están Madrid (32%, un 31,4% en 2018); Extremadura, que baja del 30,4 % al 29%; Navarra, que prácticamente se mantiene con un 15,2%, el mismo porcentaje que presenta la CAV, que hace siete años registraba, sin embargo, un 13,2%; Galicia, que pasa del 11,9% al 14,9%; Castilla y León, que prácticamente tiene la misma situación que antes con un 13,3%; y Aragón, que mejora del 10,1% al 8,6%.

La Rioja está también por debajo de la media, pero en su caso se ha incrementado 12 puntos y hoy registra el 1 %; del mismo modo, Asturias sube casi nueve puntos (del 1,7 % al 10,5%), mientras que Cantabria ha bajado del 3,6% al 2,5%.

Todo ello demuestra que las administraciones "han dejado que esta situación se cronifique en los centros de salud" y, en lugar de adoptar medidas para mejorar, "han volcado todos sus recursos en la atención hospitalaria", ha censurado Gorrotxategi.

Un 36% de pediatras más en los hospitales

En estos centros, las plazas han aumentado un 36% en los últimos 14 años, donde más, por encima del 35%, en Madrid, Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia, Navarra, Cantabria y Canarias.

Que son precisamente las comunidades con mayor exceso de pacientes por pediatra, según los datos del Ministerio de Sanidad que ha recordado la Aepap: más de la mitad de los pediatras de Atención Primaria de Madrid, Cataluña y Baleares superan el cupo máximo de 1.000 pacientes atendidos recomendado para esta especialidad.

Se da la circunstancia de que varias de estas autonomías que más han incrementado los puestos hospitalarios -Madrid, Cataluña, Cantabria y Comunidad Valenciana-, son las que tienen los porcentajes más bajos de residentes que acceden a su puesto de trabajo en el centro de salud, según otro estudio de la AEPap.

Es "el pez que se muerde la cola": el exceso de niños asignados lleva a un exceso de demanda, que a su vez provoca que no puedan ser atendidos de manera adecuada en su centro de salud, y por eso se incrementan las visitas a urgencias y, en consecuencia, se crean más plazas de pediatría hospitalaria.

Pero este aumento está lejos de resolver el problema pues, como ha señalado Gorrotxategi, el desplazamiento de la atención del centro de salud al hospital acarrea un encarecimiento de la asistencia, elimina la proximidad familiar y hace que la asistencia se preste en un ámbito lejano al niño.

Ante esta situación, la Aepap ha iniciado conversaciones con otras sociedades de Pediatría (AEP y SEPEAP) para llevar a cabo acciones conjuntas que empujen a las administraciones a tomar ya cartas en este asunto, porque de lo que se trata no es más ni menos que de la salud infantojuvenil, ha concluido.