Aprender a vivir con una discapacidad visual no es fácil. Las trabas diarias son innumerables, tanto personales como físicas. Y la sociedad que convive con estas personas no puede entender lo que es vivir su realidad. Basuras y terrazas mal colocadas, falta de accesibilidad en el transporte público y en la sanidad, falta de conocimiento de la gente acerca de cómo ayudar a los ciegos... Para estas personas, salir a la calle puede ser un reto demasiado grande.

El Grupo Social ONCE presentó ayer una nueva campaña de sensibilización que consiste en la publicación de once cortometrajes a través de redes sociales que muestran las complicaciones y trabas que sufren cada día las personas con discapacidad visual. La iniciativa Mucho que Ver es una serie en la que un grupo de amigos se reúne en su cafetería habitual para compartir su día a día. “Con ella descubriremos cómo es la vida diaria de este grupo de amigos con discapacidad visual y su realidad cotidiana”, reza uno de los eslóganes. A partir del próximo lunes, los vídeos comenzarán a difundirse por las redes en busca de personas que quieran conocer la realidad de los ciegos y cómo conviven a nuestro alrededor.

Tras la proyección de seis de los vídeos que se publicarán, varios usuarios de la ONCE comentaron y relataron anécdotas de su vida cotidiana, mostrando las continuas trabas que tanto la vía pública como la falta de accesibilidad en los servicios públicos les generan.

Pablo tiene retinosis y su visión es casi nula. Camina todos los días junto a Bred, su perro guía, y evita así muchos golpes. “Llevo cuatro años junto a Bred, y cuatro años sin darme un golpe fuerte, que eso para los ciegos es mucho decir”, ríe el vecino de Lezkairu. Sin embargo, Pablo tiene varias reclamaciones. “En mi barrio, Lezkairu, no hay medidas de accesibilidad para discapacitados. A veces se nos hace la vida imposible y nos pone en riesgo al cruzar un paso de peatones”, admite. Lo más duro para Pablo es que la gente no entienda las dificultades que tiene. “Antes que ciegos, somos personas”, reclama.

Velquis Rodríguez es nueva en la ONCE. Desde hace poco tiempo, su visión se ha visto altamente reducida y ha necesitado ayuda para aclimatarse a su nueva realidad. “Al principio es difícil, tienes pocas fuerzas para avanzar sin poder ver, por eso acudí a la ONCE”, admite. Ahora, se siente con fuerzas para lanzar mensajes esperanzadores. “Nosotros tenemos discapacidad visual, pero vemos. Vemos de otra manera, con otros ojos. Hay muchas cosas que las personas que no tienen discapacidad no ven, que nosotros sí”, asegura.

María Jesús Etxeberria, técnica de rehabilitación de la ONCE, explicó que las personas con discapacidad visual “trabajan todos los días la autonomía mediante el aprendizaje sensorial, además de aprender a utilizar varios objetos como el bastón o los mandos a distancia que les ayudan en su día a día”. “Queda mucho por hacer en cuanto a la concienciación, pero en los últimos años hemos avanzado mucho, sobre todo con las últimas tecnologías”, asegura la especialista.

Se trata de entrar y vivir en su realidad. Aprender a mirar la vida con otros ojos.