La representación femenina en los parlamentos de todo el mundo ha pasado del 11,3% al 27,2% en los últimos 30 años. A pesar de este progreso, en la última década el ritmo de crecimiento se ha ralentizado y en 2024 apenas se incrementó 0,3 puntos, a pesar de ser un año marcado por múltiples elecciones legislativas.

Esta es una de las principales conclusiones que se extrae del informe anual de la Unión Interparlamentaria (UIP) sobre la brecha de género en los órganos legislativos. En esta ocasión, el estudio también examina los avances logrados desde la Declaración de Pekín hace ahora 30 años, un compromiso internacional de Naciones Unidas para impulsar la igualdad de género.

Dicha declaración establecía el objetivo de alcanzar al menos un 30% de representación femenina en los parlamentos. En 1995, solo cuatro países nórdicos (Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca) cumplían esta meta, pero hoy más de 50 naciones en los cinco continentes han alcanzado o superado ese porcentaje.

“El techo de cristal en los parlamentos se ha agrietado pero aún no se ha roto”, resumió al presentar los resultados el secretario general de UPI, Martin Chungong. Actualmente, solo seis países han logrado la paridad o tienen más mujeres que hombres en sus parlamentos: Ruanda, Cuba, Nicaragua, México, Andorra y Emiratos Árabes Unidos.

América Latina, en cabeza

Tres de los seis países con mayor igualdad parlamentaria se encuentran en América Latina. Además, Costa Rica (49,1 %) y Bolivia (46,2 %) están cerca de alcanzar la paridad. Esto contrasta con lo que ocurría en 1995, cuando ocho de los diez países con más mujeres en sus legislaturas eran europeos. América ha tomado la delantera en este aspecto.

En el extremo opuesto, hay seis naciones donde la proporción de parlamentarias ha disminuido desde 1995: Maldivas, Corea del Norte, Botsuana, Vanuatu, Guinea-Bisáu y Yemen, éste último el único Estado del mundo donde no hay ninguna mujer en su parlamento.

Por regiones, América lidera con un 35,4 % de representación femenina, seguida de Europa (31,8 %), África Subsahariana (27,1 %), el Pacífico (23,2 %), Asia (22,1 %) y Oriente Medio y el Magreb (16,7 %). Desde 1995, América ha experimentado el mayor crecimiento (22,7 puntos), mientras que otras regiones han avanzado a un ritmo menor.

El incremento de mujeres en la política ha sido constante, pero desde 2015 se ha desacelerado. Entre 2010 y 2015, la proporción de mujeres parlamentarias subió 3,3 puntos, pero en el siguiente quinquenio el aumento fue de 2,8 puntos, y para 2025 se estima que será de apenas 2,3.

Chungong destacó que, pese a la gran cantidad de elecciones legislativas en 2024 —con renovación de 73 cámaras en 59 países—, la representación femenina solo tuvo un leve incremento, siendo uno de los avances más bajos en 30 años.

El informe de la UIP advierte además que temas como el derecho al aborto y la identidad de género han polarizado las elecciones en diversos países, lo que en algunos casos ha dado lugar a reacciones antifeministas. No obstante, también ha movilizado el voto en favor de candidatas comprometidas con los derechos de las mujeres. En este sentido, Martin Chungong llamó a reforzar las políticas que garanticen la equidad entre hombres y mujeres en el ámbito político.