Piden más recursos para la inclusión real en Navarra de personas con síndrome de Down
La Asociación, con 157 socios, exige una atención adecuada e integran en la etapa de envejecimiento con recursos residenciales, sociales y sanitarios
Es un día para visibilizar a las personas con síndrome de Down como personas de pleno derecho y agentes activos de sus proyectos de vida, compartir experiencias y reivindicar derechos y más recursos para que la inclusión sociolaboral de estas personas sea real y no una mera aspiración. Hoy es 21 de marzo, día que, como recuerda Edurne Pascal, gerente y directora de la Asociación Síndrome de Down, no fue elegido en 2006 por la ONU al azar para simbolizar el Síndrome de Down. Lo hicieron para relacionarlo con la trisomía 21, la alteración genética de los tres pares de cromosomas en el par 21, característica de las personas con este síndrome. Día 21 del tercer mes del año.
ITACA
Araleci Etxaide, directora de Itaca Sepap ocupacional y empleo, recuerda que dicho servicio atiende a 44 personas de manera individualizada a través de diferentes grupos (personas que se preparan para un empleo, personas que se mantienen trabajando su autonomía personal y social y otro grupo de personas en proceso de envejecimiento). En Itaca Empleo hay 30 personas trabajando en empresas ordinarias a través de la metodología ECA (Empleo Con Apoyo). “Es una metodología que se ha demostrado exitosa desde 2001 y prosigue una línea de inclusión, en la que los usuarios y las familias tienen que participar de esos entornos. Pero además lo hacemos por convicción, porque creemos en las capacidades de sus hijos e hijas”, recuerda Etxaide.
Maider y David hacen todo lo que quieren
CLAVES
Ella y Pascal relatan que las necesidades en este ámbito de los 157 socios y socias van surgiendo conforme las personas avanzan hacia la vida adulta y hay que “anticiparse a los nuevos retos”. Acompañadas de Maider Lazkoz y David Zurbano, dos de los mejores ejemplos de inclusión laboral y de vida independiente de la asociación, las especialistas recuerdan que, por ejemplo, “estas familias han ido abriendo camino en todas las etapas, y ahora tienen que abrir una nueva, como es la de enfrentarse a la vida adulta y el envejecimiento de sus hijos e hijas (Maider cumplió ayer 50 y David contará 44 este año), un proceso que es precoz en personas con síndrome de Down y como sus familias van acompañando ese camino de la vida.
Les tocó ser pioneras en empleo, en pisos de aprendizaje, y ahora les va a tocar abrir camino y trabajar en lo que viene para el futuro”, recuerda Etxaide. La directora de la Asociación recuerda que se trata de “familias que tienen que ir escuchando, apostando y arriesgando, porque hay muchos miedos y necesidad”.
Entre las reivindicaciones salen a la luz dos claves, “el derecho a una formación laboral y a un trabajo, es decir, a la inclusión en empresas ordinarias a través de metodologías exitosas como el empleo con apoyo” e igualmente el derecho a vivir su proceso de envejecimiento de manera activa y con servicios de atención adecuados a las necesidades que van presentando, tanto sociales, como residenciales y sanitarios. La esperanza de vida de las personas con síndrome de Down ha aumentado mucho estos últimos años y por delante tenemos el reto de abordar de manera adecuada esta última etapa de vida”.
Temas
Más en Sociedad
-
Descubren un nuevo fármaco que podría cambiar el tratamiento del cáncer de páncreas para siempre
-
No, la sangre donada en España y sus derivados no se vende en países extranjeros, es un bulo
-
China cierra la investigación sobre el origen del covid-19 y apunta a EEUU
-
Tres sentencias del Supremo ponen contra las cuerdas a la hostelería navarra para recuperar las pérdidas del covid