La Universidad Pública de Navarra ya ha puesto su nombre en la nueva Facultad de Ciencias de la Salud. Operarios han colocado el rótulo con la palabra UPNA (en minúsculas) en uno de los laterales del edificio que ultima las obras para abrir sus puertas el próximo curso 2025-2026.

El nuevo edificio, ubicado y conectado con el antiguo inmueble de la facultad, alberga una superficie de 16.483 metros cuadrados distribuidos en una planta baja, cuatro alturas y un sótano destinado a instalaciones técnicas y plazas de aparcamiento.

Uno de los rótulos colocado en la zona frontal de la facultad, que da a la avenida de Barañáin Iñaki Porto

En la planta baja se ubican los accesos principales, el vestíbulo, la cafetería-comedor y un área de anatomía con un aula de docencia. Las plantas primera, segunda y tercera estarán destinadas principalmente a aulas, laboratorios, salas de informática y microscopía, despachos, vestuarios y aseos. La primera planta contará, además, con una sala de grado tipo auditorio para exposiciones magistrales, defensas de tesis y presentaciones de trabajos de fin de grado y de máster. La cuarta planta será un espacio diáfano preparado para futuras necesidades.

La envolvente de la fachada, prácticamente completada, combina madera de accoya, revestimientos de aluminio y muros cortina de vidrio, integrándose en un diseño que equilibra estética y eficiencia. Por su parte, la cubierta ha sido finalizada y equipada con paneles fotovoltaicos, quedando únicamente pendiente su conexión. Al mismo tiempo, la urbanización del entorno sigue en desarrollo con trabajos de pavimentación y jardinería.

Edificio de energía positiva

En el interior, las obras progresan en distintas fases. Se están instalando pavimentos cerámicos y de resina, además de aplicar pintura, colocar revestimientos de madera y montar particiones de mamparas de vidrio. Paralelamente, las instalaciones eléctricas avanzan con el tendido de cableado y la colocación de elementos terminales, mientras que los sistemas de climatización continúan con la instalación de sus componentes finales en las distintas plantas y la conexión de conductos en las salas técnicas del sótano y la cubierta.

Uno de los hitos más relevantes de los últimos meses, según se explicaron hace un mes a los y las parlamentarias que visitaron las obras, ha sido la finalización del montaje de la estructura de madera laminada, un elemento clave en este edificio de energía positiva. Diseñado para generar la misma cantidad de energía que consume en calefacción, refrigeración, ventilación e iluminación, el edificio se apoya en una estructura de vigas y pilares de madrea laminada de pino radiata, que cubre 2.800 metros cuadrados por planta y ha sido instalada mediante grúas torre. Según se ha puesto de manifiesto en la visita, la metodología BIM (Building Information Modeling) ha tenido un papel protagonista en el diseño y construcción de las instalaciones.