Desde que se activó el Plan de prevención de los efectos en salud del exceso de temperaturas y de la contaminación del aire en Navarra 2025, se han comunicado al Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) un total de 112 casos de patologías asociadas al calor. Un tercio de ellos fueron propiciados por la actividad laboral, seguido de actividades de ocio al aire libre sin actividad física como paseos, exposición solar, estancias en piscinas (28,6%), y de la realización de ejercicio físico (22,3%).
El calor nos afecta por igual a todas las personas, aunque existen factores de riesgo personales, ambientales, laborales o sociales que intensifican sus efectos. Los más importantes son la edad, la existencia de patologías previas o situaciones fisiológicas que aumentan la vulnerabilidad frente a las altas temperaturas, como la toma de cierta medicación o el embarazo.
Sin embargo, la prevención frente a las altas temperaturas no se limita a la responsabilidad individual. De hecho, el cuidado comunitario es fundamental para garantizar la seguridad de toda la ciudadanía durante los periodos de calor y, para ello, hay que identificar y proteger a las personas con factores de riesgo.
De las 112 patologías asociadas al calor notificada al ISPLN, el 61,6% corresponden a hombres y el 38,4% a mujeres. Las edades están comprendidas entre los 10 y los 94 años, y el grupo de edad de entre 36 y 64 años representa el 42,9% de los casos, seguido por el grupo de edad entre 19 y 35 años (23,2%), los mayores de 65 años (20,5%) y los menores de 18 años (13,4%), según la información del Instituto.
Actividades de riesgo
Las actividades de riesgo que han propiciado patologías asociadas al calor han sido, en primer lugar, la actividad laboral (33%), seguida por actividades de ocio al aire libre sin actividad física como paseos, exposición solar, estancias en piscinas (28,6%), y la realización de ejercicio físico (22,3%). Otras actividades descritas han sido actividades en huertas (8%), estancias en domicilio o en interiores mal ventilados (5,4%), y realización del Camino de Santiago (2,7%).
El 53,6% de las personas con patologías asociadas al calor fueron asistidas en Atención Primaria; el 23,2% en Hospital Universitario de Navarra (HUN); el 8% en Hospital Garcia Orcoyen (HGO); el 7,1% en el Hospital Reina Sofía (HRS), mientras que el 1,78% fue atendido en mutuas.
El Departamento de Salud, a través del ISPLN, ha puesto en marcha este año la campaña Cabeza fría contra el calor/Burua hotz beroaren aurka, con el objetivo de sensibilizar sobre los riesgos de las altas temperaturas y prevenir sus efectos en la salud de toda la población. l
Las cifras
61% hombres
Delas 112 personas que han sido atendidas por patologías asociadas al calor este año en la Comunidad Foral, el 61,6% son hombres.
43% del grupo de edad entre 36 y 64 años
El grupo de edad en el que sehan registrado más casos de patologías asociadas al calor es el que va de los 36 a los 64 años.
Siete de cada diez personas atendidas no presentaban patologías previas
Entre las personas con patologías asociadas al calor declaradas este año en Navarro, el 70,5% no tenían patologías previas, señalan desde Salud, desde donde destacan como factores de vulnerabilidad que el 8% son considerados personas frágiles (personas mayores de 70 años, con pluripatología y dependencia) y el 7,1% tomaban medicación que puede interferir con el calor (principalmente diuréticos, antihipertensivos, antihistamínicos, antipsicóticos y antidepresivos).
Como se puede observar en los casos declarados, hay individuos con mayor vulnerabilidad a padecer patología asociada al calor, como personas de más edad, con fragilidad, o que toman medicación que interfiera con el calor, por ello es necesario prestarles mayor atención, ofrecerles agua, interesarnos por cómo se sienten, recordar las pautas de prevención o acompañarles a espacios más frescos.
Con el fin de prevenir estos efectos negativos en la salud, el ISPLN insiste en las recomendaciones contra las altas temperaturas: beber más agua, no realizar esfuerzos físicos de forma excesiva, sobre todo en las horas de más calor, evitar la exposición al sol; especialmente en personas mayores de 65 años, menores de 4 años, mujeres embarazadas o en situación de lactancia natural, población trabajadora en empleos con una exposición excesiva al calor y personas con enfermedades crónicas.