Un varón de 42 años ha resultado fallecido en la mañana del domingo en un accidente laboral que ha ocurrido en una explotación ganadera en el municipio de Tierra Estella de Muniáin de la Solana tras ser embestido por un ciervo.

El suceso ha tenido lugar hacia las 11.35 horas al recibirse una llamada desde una explotación de esta localidad navarra, hasta donde se ha desplazado en primer lugar una patrulla de la Policía Foral.

A su llegada, los agentes han encontrado al hombre tumbado en el suelo, con abundante sangre en la zona del abdomen, y han tratado de reanimarlo hasta la llegada de una ambulancia medicalizada de Estella.

Sin embargo, el equipo médico no ha podido reanimar al herido, que ha fallecido en el lugar. Ha acudido asimismo un helicóptero del Gobierno de Navarra, que no ha llegado a hacer el traslado.

Javier Fernández Velasco, alcalde de Aberin y de Muniáin de la Solana, ha expresado la profunda consternación del pueblo tras conocer el accidente. El hombre fallecido "se había integrado con los vecinos" y "era conocido por todos. Esto ha sido una desgracia", lamentaba.

La finca se encuentra ubicada en pleno centro de Muniáin y está cercada. Se trata de una explotación de ganado y agricultura propiedad de Pedro Sánchez de Muniáin en la que se cultivan tierras y se crían ovejas, siendo los ciervos solamente un hobbie de los propietarios, señaló el primer edil.

Para habitantes y turistas, el recinto es un lugar al que acuden con el fin de llevar comida o contemplar a los animales. A pesar de que hace unos años uno de los ciervos falleció al pelear con otro, la finca es tranquila y siempre ha recibido visitas.

Sánchez se encarga actualmente de la explotación, que "era de su padre", mencionó Javier Fernández Velasco. Allí trabajan 3 ó 4 empleados, cuidando de los 15 ejemplares de ciervos que pastan por la pradera. Parece ser que el varón fallecido estaba dando de comer a los animales y "en plena berrea, un ciervo se ha metido y lo ha enganchado". Los animales se encuentran debidamente separados por la peligrosidad que entraña la época de la berrea y que supone que los animales son más peligrosos al estar en celo y querer marcar el territorio.

Muniáin de la Solana, abatido por la noticia, lamenta profundamente lo sucedido en la finca, a la que niños y adultos acuden habitualmente, ya que es un recinto diferente y especial.

Una niña da de comer a los ciervos del recinto.