El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado la condena de cuatro años de cárcel a un joven acusado de agredir en 2021 en el Metro de Madrid a un enfermero que le exigió que se pusiera la mascarilla, al considerar que aunque la intención del procesado era pegarle, no era probable que le causara algo tan grave como la pérdida de un ojo.

En una sentencia a la que ha tenido acceso EFE, la Sala de lo Civil y Penal del TSJM rechaza el recurso que interpuso el enfermero que perdió la visión del ojo derecho contra la sentencia de la Audiencia Provincial que condenó a Juan Camilo L.C. a 4 años de prisión, a ser expulsado del territorio nacional por diez años una vez cumplida la pena de cárcel y a pagar una indemnización de más de 76.000 euros a la víctima.

La sentencia

La sala de TSJM avala los argumentos de las magistradas que dictaron esa sentencia y que consideraron que Juan Camilo L.C. era responsable de un delito de lesiones dolosas en concurso ideal con un delito de lesiones de pérdida de miembro principal por imprudencia grave, rechazando la calificación de la Fiscalía, que veía dolor en su conducta, y de la acusación particular, que le acusaba de tentativa de homicidio.

El TSJM considera correcta esa calificación jurídica y explica que "no puede obviarse el marco de acaloramiento en el que se producen los hechos, tras un enfrentamiento previo entre la víctima y el procesado que derivó en una pelea con agresiones recíprocas", y tras el que el joven, cuando ya salía del vagón, le dio un golpe con su móvil en el ojo al enfermero.

Añaden que se trató "de un solo golpe con un objeto que, como señala la sentencia impugnada, aun suficiente para causar el resultado lesivo producido, no reviste el grado de peligrosidad en orden a la lesión producida que podrían tener otros objetos (palos, objetos punzantes), pareciendo por tanto posible, pero no altamente probable, que la acción descrita desembocara en el gravísimo resultado lesivo producido".

Los magistrados añaden que el hecho de que el acusado gritara "gilipollas, ojalá te mueras", solo refleja la conducta dolosa en cuanto a la intención de hacerle daño. Así, consideran adecuadas las penas, incluida la indemnización.

El delito

Los hechos ocurrieron el 13 de julio de 2021 en la línea 1 del Metro de Madrid, donde, según considera demostrado la sentencia, Gorka M.C., que es enfermero, pidió en varias ocasiones a Juan Camilo L.C. que se pusiera bien la mascarilla, que era obligatoria en el transporte público.

El joven no hizo caso y "en un momento dado Gorka, perdiendo el control, comenzó a agredirle dándole puñetazos que le alcanzaron la nariz, originándole una hemorragia", lo que motivó que el joven comenzara a darle patadas y se iniciara una pelea, hasta que fueron separados.

Poco después, al parar el Metro en la estación de Alto del Arenal, "el procesado, con ánimo de menoscabar la integridad física de Gorka, pero sin representarse la posibilidad de que pudiera estallarle el globo ocular, le dio un puñetazo en la cara, alcanzándole el ojo, al golpear con el borde del teléfono móvil que llevaba en la mano", y le dijo "gilipollas, ojalá te mueras".