La Ertzaintza no descarta que menores de otros territorios puedan formar parte también de los dos grupos de WhatsApp que compartían contenido pornográfico, homófobo, machista y fascista con más de mil menores. La investigación se ha iniciado en Donostia a raíz de la denuncia hecha pública por el colegio Aldapeta María Ikastetxea, Deutsche Schule así como de la madre de uno de los menores afectados, aunque al menos habría hasta cinco centros implicados. La policía vasca estudia medidas colectivas y apoyar a los afectados.

El conocimiento de la existencia de estos grupos se produce en plena campaña para la celebración del 25-N que precisamente en esta ocasión incide en la vigilancia del móvil y el porno como escuela de violencia machista. Hace menos de una semana conocíamos la existencia de una campaña secundada por más de 500 padres y madres que defienden poner una edad legal para el uso de los móviles. El agente de la Ertzaintza Iker Legardón dijo ayer miércoles que la educación es la clave para que nuestros hijos e hijas puedan usar sus dispositivos móviles con seguridad. Legardón destacó que esta educación “debe comenzar en casa”.

José Eizmendi, director del colegio Aldapeta, el más grande de Gipuzkoa, aseguró en declaraciones a los periodistas que el centro se reunió con agentes de la Ertzaintza para saber cómo actuar ante esta situación. Tras el encuentro, el colegio decidió interponer una denuncia ante la Policía vasca, al igual que hizo el colegio alemán Deutsche Schule, confirmó el Departamento vasco de Seguridad.

No obstante, hay otros colegios de Donostia como Zurriola Ikastola en los que también se ha constatado la existencia de estos WhatsApp, según indicó el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, quien advirtió de que el contenido pornográfico que se compartía en ellos era “altamente violento”.

Llegar hasta el millón

José Eizmendi explicó que se trata de dos grupos de WhatsApp, creados con los nombres “meter gente hasta que nos hagamos famosos” y “hasta llegar al millón”, en los que se colgaban “fotografías” pornográficas y mensajes “totalmente inapropiados”, “insultantes”, “sexistas” y “vejatorios”. El director del centro señaló que estos grupos parece que están “muy extendidos por otros colegios” de Donostia ya que en uno de ellos hay más de mil menores. El Aldapeta ha constatado la presencia de cerca de 200 alumnos del centro en estos dos canales, la mayoría parece que son de primero y segundo de la ESO, aunque también hay alguno de tercero e incluso de bachiller. Ahora investigan si ha llegado también a Primaria.

En este sentido precisó que en uno de los grupos hay “cinco teléfonos como administradores”, uno de los cuales tiene un origen extraño y puede incluso que esté generado con “inteligencia artificial”, según les indicó la Ertzaintza y los otros, desde luego, “no pertenecen a personas del colegio”. Los responsables del centro han actuado con celeridad para poner en conocimiento de todas las familias lo ocurrido. El centro está tratando este asunto en las aulas y ha remitido una circular a las familias a las que aconseja el modo de proceder en el caso de detectar la presencia de un menor en estos grupos: salir del chat, no borrar los mensajes y acudir a la Ertzaintza.

Además, ha animado a las familias a apoyar iniciativas como restringir el uso del móvil hasta los 16 años o, si es totalmente necesario entregarlo antes, controlar su uso y el tiempo de utilización. El centro tuvo conocimiento de estos hechos a través de la denuncia de una madre e inició entonces una investigación, que ha puesto en conocimiento de la Ertzaintza.

Los padres y madres al conocer lo ocurrido se mostraron ayer miércoles preocupados. Alguno de los alumnos dijo desde el anonimato haberse metido en uno de los grupos “pero al no conocer a ninguno de los que estaban” decidió salirse. Como medida de precaución el colegio llamó ayer miércoles “una por una a las familias” de los chavales implicados para explicarles cómo actuar y recomendarles que “se sentaran tranquilamente con sus hijos”, vieran el contenido, comprobaran también si habían escrito en estas conversaciones y les explicaran que “esto se habla con la Ertzaintza que les va a ayudar”.

Además les insistieron en la importancia de actuar con “rapidez y transparencia” ante estos casos, que ya se han “repetido” en otras comunidades autónomas.

El agente Legardón dijo que cada familia sabrá cuándo le tiene que dar el móvil a su hijo porque “habrá niños con 10 años que pueden ser más responsables que otros con 17”. “Lo importante es enseñarles a utilizarlo. Y como hacemos en la vida real educarle, pero hay que hacerlo desde que entregamos el primer móvil”.

El problema según este agente es que “entregamos el móvil totalmente abierto a una edad en la que no saben su manejo. Por eso, yo en las charlas suelo decir que es como si les damos a los menores un cuchillo con el que pueden cortar una tarta pero no les decimos que se puede matar a una persona con un cuchillo”. Por eso el agente de la Ertzaintza dice que “tenemos que respetar a nuestros menores pero interesarnos por qué ven y con quién hablan”.

Si se controla “qué páginas ven y con quién hablan” “podremos evitar que cometan un delito o que sean víctimas. La prevención entra primero en casa. Es la primera piedra y luego tendremos que ayudar y reforzar los mensajes. Y es lo que nosotros hacemos en los colegios, reforzar tanto a las familias como a los colegios”.

Según el último informe de la Unesco sobre el seguimiento de la educación en el mundo, uno de cada cuatro países ha aprobado leyes que prohíben el uso del móvil en las aulas. Sin duda es un tema candente en Europa en estos momentos, pero no fácil de consensuar. Dentro del Estado las distintas comunidades autónomas tienen planteamientos diferentes. Algunas optan por una prohibición legal total de los móviles en los centros educativos, mientras que otras tienen un planteamiento más laxo.