El acusado de matar a un conocido en Ponferrada (León) en agosto de 2021 ha afirmado este lunes que no tenía intención de hacerle daño y que su único propósito era que se marchase de su casa ya que le estaba obligando a que fueran a robar a un supermercado.

El acusado, de 33 años, se enfrenta a una petición de pena de la Fiscalía de veintitrés años de cárcel por un delito de asesinato con ensañamiento, en el juicio que se sigue contra él con jurado popular en la Audiencia de León.

La vista oral, que se desarrollará hasta el miércoles, ha arrancado con la declaración del acusado, que únicamente ha contestado a las preguntas de su defensa.

Previamente, la letrada que ejerce su defensa ha advertido al jurado de que debe tener en cuenta que el acusado tiene reconocida una minusvalía del 41% a causa de un retraso mental y ha asegurado que el día de los hechos no era consciente de sus actos ya que había estado consumiendo drogas y alcohol de manera descontrolada durante las horas previas.

El escrito de la Fiscalía sostiene que sobre las 21:00 horas del 12 de agosto de 2021 el acusado inició una discusión con la víctima en una vivienda de la calle del Paraisín, en el casco antiguo de Ponferrada, que fue subiendo de tono hasta que comenzó a propinarle puñaladas utilizando para ellos varios cuchillos, navajas e incluso un destornillador.

La víctima intentó zafarse y trató de huir del piso pero el acusado le siguió y continúo agrediéndole por la espalda. Una vez en el portal del inmueble, algunos viandantes vieron la agresión e intentaron ayudar a la víctima, hasta el punto de que uno de ellos consiguió romper el cristal para abrir la puerta y permitir la salida del perjudicado, ya herido de muerte y que solo pudo arrastrarse hasta la calle.

La víctima fue trasladada aún con vida hasta el Hospital del Bierzo, donde falleció al día siguiente.

En su declaración, el acusado ha explicado que conocía a la víctima, que tenía 50 años en el momento de su muerte, desde hacía unos meses "de la calle" ya que también era consumidor habitual de drogas.

Ha precisado que el día de los hechos fue a comprar droga y luego regresó a su casa sobre la una de la tarde, mientras la víctima llegó dos horas más tarde.

"Allí estuvimos toda la tarde bebiendo orujo y cervezas, fumando porros y comiendo pastillas", ha señalado el acusado, que ha explicado que en un momento determinado fue a buscar más orujo y al regresar comprobó que la víctima tenía en su poder un cuchillo y un destornillador que eran de su propiedad, por lo que comenzaron un forcejeo para que se los devolviese.

"A partir de ahí no recuerdo nada y solo se que se los debí clavar pero lo único que veía en esos momentos era una mancha negra", ha agregado.

Preguntado por la presidenta del tribunal el motivo por el que siguió a la víctima hasta el portal y continúo con la agresión, ha puntualizado que su único interés era que se marchase de su casa porque no quería ir a robar y hacer daño a personas inocentes.