Mientras la Fiscalía de Menores y la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cantabria continúan investigando la muerte la semana pasada de una mujer de 48 años en Castro Urdiales, por la que han sido detenidos sus dos hijos menores, de 15 y 13 años, que intentaron simular después un secuestro como coartada del crimen, ha trascendido una nueva información que apunta que el móvil del rapto ya había sido utilizado hace dos años por el mayor de los hermanos.

Según informa Telecinco, en 2022 el joven que ahora tiene 15 años desapareció de su casa durante varias horas, por lo que sus padres denunciaron la desaparición a la Guardia Civil. Tras movilizarse varios agentes, el menor fue localizado andando desorientado por una autovía. Al ser interrogado, afirmó haber sido secuestrado y explicó que consiguió escapar de sus captores. Los padres fueron a recogerle en el cuartel de la Guardia Civil y nada más se supo sobre ese episodio hasta hora.

Fuentes próximas a la investigación han explicado que la Guardia Civil sigue buscando el cuchillo con el que supuestamente se asesinó a Silvia L.G., que apareció en el asiento de atrás de su coche, con, al menos, un cuchillada en el cuello, con una bolsa de plástico en la cabeza, desnuda y maniatada de pies y manos.

Sin embargo, las mismas fuentes aseguraron ayer que la mujer no falleció en el vehículo, si no en la cocina del chalé del barrio de Brazomar, de Castro Urdiales, donde reside la familia, y que, tras ser asesinada, fue trasladada al sótano de la casa, que hace de garaje y donde guardaba su vehículo.

Los dos hijos, adoptados por la pareja en Rusia hace años, fueron detenidos a las pocas horas por su relación con la muerte de su madre. El menor, de 13 años, al no ser imputable, está en un centro del Gobierno de Cantabria, mientras que la juez de guardia decretó el internamiento durante seis meses del hermano mayor, de 15 años, por la "presunta comisión" por parte del menor de un delito de asesinato.