A J.L.B., el vecino de Huarte de 40 años de edad condenado por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Málaga, se le impusieron dos años y seis meses de prisión por un delito de elaboración de material pornográfico, con la utilización de una menor de 10 años con la que contactó a través de las redes sociales. La sentencia, dictada de conformidad y después de un acuerdo entre las partes, por lo que no se celebró juicio, es del día 3 de julio de este año, pero el procedimiento judicial se inició en plena pandemia, por lo que es un asunto que llevaba tiempo en los tribunales. El pueblo de Huarte se ha echado este jueves a la calle para mostrar su repulsa por los hechos y el propio Ayuntamiento se ha mostrado "engañado y defraudado" por los hechos conocidos.
Al acusado se le rebajó la pena al tener contempladas en la resolución las atenuantes de reparación del daño (después de haber pagado 6.000 euros antes del juicio por los daños morales causados a la víctima, de solo 10 años). Y además se le contempló otra circunstancia atenuante, que también facilitó la rebaja de la pena inicial que se le proponía, que es de aplicación muy residual en los tribunales. En la sentencia figura que el procesado padecía una grave adicción a la pornografía, por lo que se le reduce la condena, lo que hizo posible el acuerdo.
El procesado también fue condenado a libertad vigilada durante diez años y a la prohibición de desempeñar empleo, profesión u oficio relacionado con menores durante siete años y medio, según la sentencia.
El procesado contactó con la niña a través de una red social de Internet, la red Azar, y para ello puso una foto de una gata. "A pesar de conocer que era menor" le envió imágenes de él desnudo y le pidió que ella también le mandara, a lo que la menor accedió en veinte ocasiones.
En los hechos probados se indica que la menor no quería continuar con ello y se negó a mandarle más fotos y bloqueó al acusado y borró la aplicación, pero el padre al conocer los hechos restauró la aplicación y accedió al contenido de las fotos enviadas y recibidas y a las conversaciones para entregar el móvil a la Guardia Civil. Sobre las 9.30 horas del 16 de junio de 2020 se practicó diligencia de entrada y registro en el domicilio del acusado, donde se le detuvo y se observó que tenía instalada la aplicación y se detectaron las imágenes de la menor (en total 15 de la víctima y 12 del acusado). Fueron compartidas en la aplicación Azar entre el 31 de enero y el 7 de febrero de 2020. Las fotos de la menor habían sido borradas, pero se conservaban en la memoria caché. Además, de los archivos analizados por los agentes, también detectaron otros archivos con más imágenes (9 fotos) y veinte vídeos de menores desnudas. El 16 de junio de 2023 el encausado procedió a ingresar en concepto de responsabilidad civil la cantidad de 6.000 euros.